Laicos
- Socialmente la inmensa mayoría son seres adultos, ciudadanos adultos. Llegan a la Iglesia y son miembrosinfantilizados de la comunidad. En algunas ocasiones, son cristianos de “segunda categoría”. Ven que en la Iglesia se les trata como a niños. Lo que no consentirían en ningún ámbito social, en la Iglesia parece normal.
- En la realidad del mundo, todos se consideran defensores de los derechos humanos, de la participación, de la democracia. Pero entran en la Iglesia y el modo de entender esteconcepto es radicalmente distinto, tiene unas peculiaridades y limitaciones muy importantes en la vida eclesial.
- Son ciudadanos, padres de familia, tienen unas obligaciones sociales, políticas, etc. Sin embargo cuando están en la Iglesia parece que se distancian del mundo. Entonces analizan al mundo como algo lejano y con tintes bastantes negativos.
A partir de algunos de estos datos y tensionesexistentes, deberemos plantearnos cuál es la misión del laico tanto en la Iglesia como en el mundo.
I.- La Misión del Laico.
Recordemos una vez más que la misión de toda la Iglesia es la evangelización: “evangelizar constituye, en efecto, la dicha y la vocación propia de la Iglesia, su vocación más profunda” (EN 4). La Iglesia existe en función de la misión, no para sí misma. Esta misiónevangelizadora es de todo el pueblo de Dios. “La vocación cristiana es, por su misma naturaleza, vocación al apostolado” (AA 2). “A todos los cristianos se impone la gloriosa tarea de trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y aceptado en todas partes, por todos los hombres” (AA 3).
El fundamento eclesial del compromiso apostólico de los laicos, no es ciertamente “el mandato” que lesden los obispos, o sacerdotes. El apostolado laical tiene una base auténticamente sacramental: a saber, los sacramentos del Bautismo y la Confirmación. (cf. AA 3; LG 33). La misión de la Iglesia está confiada a la comunidad eclesial como tal, y no a un grupo de bautizados solamente. Por el simple hecho de ser bautizado, todo cristiano está comprometido a ser misionero en el mundo.
Todo cristianoestá llamado a ser luz y fermento entre sus hermanos y en los diferentes ambientes, no debe vivir un dualismo entre su fe y su vida, privatizando su fe y reduciéndola ámbito de la intimidad, la familia, la pequeña comunidad. Quien se ha encontrado con el Dios revelado en Jesucristo ha de considerar la fe como una experiencia totalizante que afecta profundamente a todas las dimensiones de lavida. Quien sigue a Jesús sabe que su fe en él ha de llevarle a desarrollar una nueva sensibilidad, una nueva manera de sentir y experimentar el sentido profundo de la vida -de la naturaleza, de los acontecimientos...-, que ha de modificar sus sentimientos, sus afectos, sus actitudes, sus convicciones vitales, sus deseos y aspiraciones: “Todo cuanto hagáis, de palabra o de obra, hacedlo todo en elnombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre (Col 3,17).
La misión que el laico ha de realizar en el mundo es hoy urgente: “La participación de todos los laicos en la misión evangelizadora de la Iglesia es hoy especialmente urgente. Es, incluso, más necesaria que nunca. La autonomía de nuestra sociedad crecientemente secularizada; la separación, pretendidamente justificada,...
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