Lalala

Cuento “Lidia buen rostro”
04/09/12
-Entonces doctor ¿no hay nada más que hacer?- preguntó muy angustiada y con tristeza la Señora de Lobos.
-No señora, Lidia se hizo mucho daño, tanto físicamente como mentalmente. La niña no va a recuperarse, tendrá que ir a un psiquiatra, tomar muchos medicamentos, tratamientos y terapias.- dijo el doctor Martínez.
-No, por favor tiene que haber algo másque hacer, no puedo mandarla a un psiquiatra, es mi niña, no me haga eso!- dijo la Señora de Lobos sollozando y sin ninguna esperanza, pues sabía que no se podía hacer más por su hija, aunque no lo quisiera aceptar.
-Señora, es lo mejor que puede hacer por su hija, es para su bien, créame su hija se lo agradecerá- le contestó el doctor Martínez tratando de tranquilizarla y hacerla razonar.
-Pero,¿Cómo fue a pasar semejante atrocidad? ¿Por qué mi hija fue capaz de hacer esas cosas? Doctor le ruego que me explique, ¿Que le pasó a mi hija para que hiciera eso?- le pregunto la Señora de Lobos desesperada.
-Señora de Lobos, lamento decir que no tenemos un diagnóstico exacto, parece ser que su hija desarrollo una enfermedad de la cual no tenemos mucho conocimiento, le hemos hecho variosestudios pero ninguno nos muestra que tiene en concreto, la única solución que le puedo dar es que la interne en el psiquiátrico, así podremos darle lo que ella necesita las veinticuatro horas al día y la tendremos en observación para deliberar que es lo que tiene.- Contestó el doctor Martínez muy seriamente pero con un tono de preocupación.
-Está bien doctor, haga lo que tenga que hacer con mi niña,todo es por su bien- dijo la señora hecha un mar de lágrimas y con el corazón destrozado.

Lidia, una muchachita de apenas dieciséis años, acostumbrada a los lujos y a ser la más consentida de la casa por ser la única mujer después de cuatro varones del matrimonio de los Señores de Lobos, comenzó a tener ciertos síntomas que señalaban hacia la locura.
Comenzaron cuando empezó a tener pesadillas,pero no cualquier pesadilla, estas pesadillas daban terror, la pobre niña despertaba siempre sudando, sollozando y temblando de miedo. Nunca supieron a que se debía, si era por su locura o porque la niña pasaba horas encerradas en su cuarto sin acompañantes reales.
Ella no se percataba de ciertas conductas que comenzaba a tener o gustos no muy usuales en las personas “normales”.
Llegó a teneruna fascinación por la muerte, de hecho en secreto iba a la morgue del pueblo a visitar a los cuerpos que habían fallecido a causa de un asesinato o que fallecieron por causas extrañas, se quedaba horas parada en frente de ellos como si disfrutara verlos así y supiera que les había pasado.
Pero no siempre fue así, ella era una niña tímida, tranquila, callada, amable, con una buena educación y porsupuesto le habían inculcado buenos valores, no tenía amigos ni amigas; con quién hablaba era su querida Margarite, su muñeca de porcelana que le había regalado su padre en su tercer cumpleaños.
Tuvo en su momento paz, armonía, tranquilidad, hasta que llegó la desgracia que terminó internándola en un hospital psiquiatra con diagnóstico de locura extrema, la esquizofrenia, llevándola después atener múltiples personalidades.
De alguna manera estos síntomas se mezclaron con la enorme imaginación que tenía esta pequeña niña, su mente era un mundo aparte de este mundo, parecía vivir distanciada de su realidad como si no quisiera estar en ella y escapar a un mundo donde solo existía ella siendo libre, apartada de todo y todos los que la rodeaban, haciendo lo que más le gustaba, imaginar,perdiéndose en un mundo imaginario el cual se volvió su realidad.
Tiempo después comenzó a entrar en una etapa en la cual se obsesionó con la belleza en los rostros humanos, desgraciadamente tanta fue su obsesión que comenzó a perder el control de sus impulsos y terminó por asesinar a las mujeres y a los hombres que tenían esa belleza que ella buscaba en sus rostros y después de matarlos se los...