lara lara!!!

Había una vez un hombre de Benjamín que se llamaba Quis, este tenía un hijo llamado Saúl, que era joven y apuesto.
Un día a el padre de Saúl se le perdieron sus asnas.

Quis (padre de Saúl): Levántate, lleva contigo a un criado y ve búscalas.
Saúl y el criado pasaron por la región montañosa de Efraín y de allí a la tierra de Salisa, pero no las encontró, así que se pasaron a la tierra deSaalim pero ahí tampoco estaban.
Al final pasaron por la tierra de Zuf.

Saúl a su criado: Ven mejor volvamos porque de seguro mi padre ha de estar preocupado por nosotros en lugar de sus asnas.

Criado: Espera, me han dicho que en esta ciudad hay un hombre de Dios y todo lo que él dice lo dice sin fallar, quizás él nos pueda decir el camino por el que debamos ir.

Saúl: ¿Pero que le daremos?El pan de nuestras alforjas ya se acabó. ¿Qué otra cosa le podremos dar?

Criado: Descuida, yo tengo en mi poder un siclo de plata, eso debe de ser suficiente.

Entonces se dirigieron a la ciudad en donde se encontraba el hombre de Dios, llamado también vidente.
Al subir la cuesta de la ciudad se encontraron con unas jóvenes que salían a sacar agua.

Criado: ¿Esta el vidente en estelugar?

Joven: Sí. Ahí está delante de ti, pero date prisa porque hoy él ha venido con el motivo del sacrificio que el pueblo dará allá arriba (señala algún lugar alto imaginario), cuando entren a la ciudad lo encontraran antes de que él suba a lo alto para comer, porque el pueblo no comerá hasta que él haya llegado, pues el a de bendecir el sacrificio, entonces después comerán los invitados. Ahorapues suban y lo encontraran.

Entonces los dos se encaminaron hacia la ciudad y estando a la mitad de esta se encontraron a Samuel que se dirigía al lugar alto.
Un día antes de que se presentara Saúl, Yavé le dijo al oído a Samuel.
“Yavé: Mañana a esta misma hora te enviare a un hombre de la tierra de Benjamín, quien ungirás como soberano de mi pueblo Israel, él los liberara de los filisteos,porque yo he visto la aflicción de mi pueblo y su clamor ha llegado hasta mí.”
Cuando Samuel vio a Saúl Yavé le dijo a Samuel.

“Yavé: He aquí el hombre de quien te hable, él es quien gobernara a mi pueblo.”
Saúl cuando vio a Samuel le pregunto:

Saúl: Muéstrame por favor donde está la casa del vidente.

Samuel: Yo soy el vidente, suban delante de mí al lugar alto y coman hoy conmigo.Mañana en la mañana te despediré y te diré todo lo que está en tu corazón, y en cuanto a las asnas que se te perdieron hace 3 días, no te preocupes porque ya han sido halladas. Pero ¿Para quién será todo lo más preciado en Israel? ¿Acaso no será para la casa de tu padre?

Saúl: ¿No soy yo de Benjamín, la más pequeña de las tribus de Israel? ¿Y no es mi familia la más pequeña de la tribu de Benjamín?¿Por qué, pues, me has dicho semejante cosa?

Entonces Samuel tomo a Saúl y a su criado y los sentó en la sala y les dio lugar en la cabecera de los invitados, que eran unos 30 hombres. Samuel detuvo al cocinero.

Saúl al cocinero: Trae acá la porción que te dije que guardaras.

El cocinero tomó un muslo y lo puso delante de Saúl.

Samuel: He aquí lo que estaba reservado, ponlo delante deti y come, porque en esta ocasión fue guardado para ti cuando dije “Yo he invitado al pueblo”.

Entonces ese día Saúl comió junto a Samuel. Y cuando habían descendido del lugar alto a la ciudad, é hablo con Saúl en la azotea.
Al día siguiente madrugaron y al tiempo de la aurora Samuel llamó a Saúl, que estaba en la azotea.

Samuel: Levántate para que te despida.

Saúl y Samueldescendieron hasta el extremo de la ciudad, entonces Samuel le dijo a Saúl.

Samuel: Dile al criado que se adelante para que yo te pueda dar la palabra de Dios.
(El criado se adelanta).
Samuel tomo un tarro de aceite y lo derramo en la cabeza de Saúl y le besa.
Samuel: ¿No te ha ungido Yavé como el soberano de su heredad? Hoy cuando te hayas separado de mí hallaras a dos hombres junto al...