Las abuelas siempre tienen razon
Por ejemplo, a los conocidos tapones, vinagres, ortigas y demás remedios infalibles contrael sangrado de la nariz, un trabajo reciente publicado en una revista de Otología, Rinología y Laringología recomienda la aplicación de. ¡carne de cerdo salada! Al menos, afirman que las tiritas decarne detienen la hemorragia incontrolable. Ojo, que a veces incontrolable quiere decir exactamente eso, y en algunos casos puede hasta ser de riesgo para la vida. El tratamiento porcino es clásico, perose puede complicar con bacterias, parásitos y otras porquerías, aunque a veces hay que recurrir a estas curas extremas.
Siguiendo con la nariz, tenerla tapada puede causar consecuencias de lo másinesperadas. Y tenerla medio tapada (o sea, sólo una narina) -sobre todo si es a voluntad, respirando por uno u otro orificio- puede ser un verdadero ejercicio de enyoguización. Cosa rara, pero elflujo de aire a través de la narina derecha o la izquierda activa áreas diferentes del cerebro, al menos según un trabajo nunca repetido (y tal vez nunca repetible) de la década del 90.
Y hablando deincurabilidades, ¿qué me dicen del hipo que no se va con nada? Pero con nada de nada, como el caso que recibió el Dr. Francis Fesmire: un señor llegó a la sala de emergencias de su hospital después dehaber estado hipando durante 72 horas, unas 30 veces por minuto. Como buen médico, aplicó lo conocido: estimulación eléctrica del nervio vago, tirar de la lengua, presionar el globo ocular, sustostremendos, siete sorbos de agua. pero nada. De pronto, el milagro: se calzó un guante y le propinó un masaje rectal al paciente. Funcionó: el señor se curó. Fesmire escribió el artículo Terminación...
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