Las palabras, los procesos, las estadísticas y los para.
Que se estén llevando a cabo estas investigaciones es un gran logro de por sí, evidencia como el uso ilegitimo de la fuerza estambién un instrumento político, una opción y un articulador preciso de la disuasión requerida para llevar a cabo planes electorales. Pero hace mal el gobierno en plantear el paramilitarismo como unasimple consecuencia de la victimización a la que eran sometidos ciertos sectores de la sociedad,
Si esto fuera así, los paramilitares serian exclusivamente personas rurales, sin la necesidad siquierade permeár las instituciones pues genuinamente sentirían que están defendiendo sus intereses ante un abandono del estado, y qué de alguna forma lo están suplantando. No pedirían un estilo “suygeneris” de sedición, tergiversando la lógica jurídica, sino la amnistía y el reconocimiento; pero esta situación desconoce que el fenómeno ha sido gestionado por las organizaciones militares y financiadopor la clase terrateniente de la cual hace parte el más alto representante del gobierno, desconoce quiénes son los comandantes del paramilitarismo, desconoce sus atroces pero efectivos métodos bélicosaplicados sobre todo a la población civil rural.
¿Que más habrá detrás de estas personas y estos métodos bélicos, no será que con esto el gobierno avala una iniciativa de guerra privada en...
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