Las tres verdades del barquero
Érase un infeliz barquero que no tenía qué comer. Le rogó cierto estudiante que lo pasara de balde de una a otra margen del río. Pareció conformarse elbarquero, pero se arrepintió muy luego. Propuso al sopista que le pasaria gratis si le decía tres verdades como puño. Conviniéronlo así y dijo el aspirante a licenciado:
—Primera verdad: Panduro, duro, mas vale duro que ninguno.
—Verdad es, dijo el barquero
—Segunda verdad: Zapato malo, malo, mas vale en el pie que no en la mano.
—También es verdad, tornó a decirel barquero.
—Tercera verdad (cuando atracaba la barca): Si a todos los pasa como a mí, dime, barquero, ¿qué haces aquí?
—Esa sí que es la verdad y me servirá de lección.
LAS TRESVERDADES DEL BARQUERO
Érase un infeliz barquero que no tenía qué comer. Le rogó cierto estudiante que lo pasara de balde de una a otra margen del río. Pareció conformarse el barquero, pero searrepintió muy luego. Propuso al sopista que le pasaría gratis si le decía tres verdades como puño. Conviniéronlo así y dijo el aspirante a licenciado:
—Primera verdad: Pan duro, duro, mas vale duro queninguno.
—Verdad es, dijo el barquero
—Segunda verdad: Zapato malo, malo, mas vale en el pie que no en la mano.
—También es verdad, tornó a decir el barquero.
—Tercera verdad (cuando atracaba labarca): Si a todos los pasa como a mí, dime, barquero, ¿qué haces aquí?
—Esa sí que es la verdad y me servirá de lección.
A ZARAGOZA O AL CHARCO
Para probar la tenacidad aragonesa, han inventadoel siguiente cuento:
San Pedro, que viajaba con Jesucristo, preguntó a un aragonés:
—¿A dónde vas?
Respondióle:
—A Zaragoza.
—Hombre, si Dios Quiere.
—Que quiera o no, voy a Zaragoza —añadió elhabitante de las orillas del Ebro.
Jesucristo convirtió al aragonés en rana, y lo echó a un charco.
Pasaron muchos siglos. Jesucristo volvió al aragonés a su primitiva forma, y le preguntó otra vez...
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