lenguaje
SÍMBOLO MARIANO Y CONSTITUCIÓN
DE LA IDENTIDAD FEMENINA EN CHILE
Sonia Montecino A.*
A partir de proposiciones en torno a la existencia de una
"identidad cultural latinoamericana" —desarrolladas, entre
otros, por Octavio Paz, Jorge Guzmán y Pedro Morandé—, la
autora advierte el predominio de la figura femenina en la configuración
de nuestro ethos.
El proceso demestizaje social y sincretismo religioso en
América Latina, señala Sonia Montecino, habría propiciado el
surgimiento de un simbolismo centrado en la madre, cuya imagen
dominante se encuentra en el modelo mañano, expresión
ritual y social de la cultura mestiza a la que pertenecemos.
"No había visto antes la verdadera imagen de la tierra.
La tierra tiene la actitud de una mujer conun hijo en los brazos
(con sus creaturas en los anchos brazos)".
Gabriela Mistral.
esde que el protagonismo de la mujer hizo su entrada en el escenario
nacional clamando por reivindicaciones propias y desde que la reflexión
sobre el lugar de lo femenino comenzó a ocupar un espacio
Desarrollo de la Mujer, ha escrito numerosos artículos y ensayos sobre identidad
femenina. Autorade Mujeres en la Tierra (Santiago: Ediciones CEM,
1984); Quinchamalí, Reino de Mujeres (1985); El Zorro que Cayó del Cielo
(1986) y de la novela La Revuelta (Santiago: Ediciones del Ornitorrinco,
1988).
D
*
Antropóloga y escritora. Investigadora del Centro de Estudios para el
284 ESTUDIOS PÚBLICOS
"académico", la pregunta por la identidad de la mujer chilena emergió comoun enigma a resolver.
La respuesta sobre el sí mismo femenino y nacional puede parecer
sencilla si adoptamos, como comúnmente se hace, ciertos supuestos teóricos
formulados en Europa y Norteamérica. Esas nociones de identidad tienen
su base en las ideas de Simone de Beauvoir, quien planteó que la mujer se
construye desde lo masculino, transformándose en lo inesencial frente a loesencial, en lo Otro frente a lo Uno, y que, tal como lo expresa la pensadora
en El Segundo Sexo: "No se nace mujer: llega uno a serlo".1 Beauvoir y
otras autoras están ciertas de la universalidad de este fenómeno, pues él
estaría inserto en la estructura patriarcal que ha primado en la mayoría de las
sociedades existentes.
Ahora bien, si estamos de acuerdo con esos argumentossólo deberíamos
contentarnos con aplicarlos a nuestra situación y describir entonces
cómo la mujer chilena se convierte en una alteridad subordinada y situarla
dentro del sistema patriarcal dominante desde donde emanan las definiciones
de lo femenino.
Sin embargo, una mirada más profunda e inquisidora sobre la realidad,
una reflexión que se cuestiona a sí misma —como lo es el intentofeminista de abordar el conocimiento—, percibe que existe gran complejidad
al enfrentar cualquiera indagación sobre la identidad en nuestro país (que
forma parte de una identidad mayor: la latinoamericana). No sólo porque el
tema ha sido poco, o casi nada, estudiado, sino porque atravesamos por una
crisis en los paradigmas de pensamiento que nos obliga a realizar un
esfuerzo por"pensarnos" desde espacios propios, a no ser "pensados" por
categorías ajenas. Aun cuando el tema de la mujer es relativamente "nuevo"
y emerge, en nuestro país, en una situación de desgarro social, se torna
preciso, por las mismas circunstancias, proponer una pista para elucidar sus
contornos peculiares.
La aventura que proponemos en este artículo es caminar por un
senderorecién trazado, que no es más que el intento por establecer un
posible punto de partida, un conjunto de supuestos que aporten a la cuestión
de la identidad específica de la mujer en nuestro territorio. Insistimos en lo
inacabado de estas conjeturas; nuestro anhelo sólo es urdir una trama que
constituya, discursiva y provisoriamente, los fragmentos restallantes del
ser-mujer chilena....
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