Letras

Letras.

Podría denominar las noches que pasé en compañía de personas mayores que yo hablando de libros, como la escuela que más me forjó los últimos 5 años. De igual forma que escuchar a rancheros, pescadores y señoras de pueblo me ha enseñado más sobre métrica, ritmo y metáforas que mi estadía en la carrera de Letras.
Suponer que la sabiduría y la verdad sobre la existencia yacen conbrazos abiertos en libros y escuelas es certero, pero también ingenuo. La profundidad del fondo y la forma pueden construirse a partir de la cálida interacción entre quienes solemos calificar como "personas simples".
Los llamados "lugares olvidados por Dios" esconden no sólo el salvajismo e ignorancia hacia el mundo construido y civilizado por las ideas y la razón, sino también el hallazgo de lasmíticas culturas alternas que yacen en el desliz de una malinterpretación de lo desconocido. Alguna vez escuché a una mujer en un puerto pesquero armar una de las frases mejor construidas y con el ritmo más armonioso que he tenido la oportunidad de recordar. Esa señora -pensé- me había expuesto una sensibilidad para el ritmo y la forma sin necesidad de asistir a una cátedra sobre poesía y lenguaje, ysin la penosa obligación de internarme en algún brumoso círculo literario atestado por intelectuales de porte gris y cantos ficticios que aspiraban a la profética existencial.
Darle la oportunidad a un pescador de contarte cómo en una ocasión vio con sus propios ojos una sirena, tan cerca y lúcida de su bote en el mar, me permitió comprender la complejidad y belleza propias de la narración simpley convencida de sí misma; los pescadores siempre serán los mejores embusteros por excelencia, pero ese viejo juró con tanta solemnidad haber acariciado el pelo mojado y rugoso de aquella sirena, que ciertamente importa poco si fue verdad o no, porque el relato y su tono, por sí mismos, contenían mayor esencia que cualquier tesis de doctorado sobre el canto de las sirenas que llevaron a Odiseo a laperdición. Pareciera que entre más recóndito y perdido está un lugar, más asciende la capacidad en sus habitantes por ser absurdos y extravagantes.
Alguna vez conocí a un tapicero, en uno de esos pueblos perdidos por Dios, que sabía más de cine que la mayoría de mis conocidos, y pasó más de media hora hablándome de la obra de Ingmar Bergman como si de forrar uno de los tantos sillones porencargo se tratara. En otra ocasión me topé con un indigente que, en sus años mozos, llegó a tener un instituto de idiomas en una ciudad al norte del país, y que se encausó a la bebida a causa de que su mujer lo hubiera dejado y de que sus hijos, de igual forma, lo abandonaran poco a poco.
Y entonces, cuando creemos que ese tipo de personas sólo podríamos topárnoslo en alguna novela de Faulkner, Onettio Hemingway, descubrimos que a cada momento, a la vuelta de la esquina, corremos con la oportunidad de encontrarnos a una gama similar de personajes, sin que lo advirtamos siquiera. Pareciera que, con mayor frecuencia, se torna aún más factible la posibilidad de conocer más el mundo a partir del aire tragado que de los libros que logremos devorar.
Uno creería que sólo es necesaria unabiblioteca, acceso a internet, y una buena escuela o alma mater, para que nuestro sendero como hombres pensantes, cultos y con un criterio formado comience a dibujarse por encima de nuestros orígenes, edad e ideas políticas. De cierta forma, es verdad: gran parte de nuestro conocimiento y manera de discernir germinará y tomará forma a partir de todo cuanto hayamos leído y de la calidad de profesores quetengamos a lo largo de nuestra vida; vale la pena, por lo tanto, que nuestros padres gasten una cantidad considerable de dinero en una buena escuela, si al final su hijo resulta ser la reencarnación de Aristóteles, Platón, Kant, y otros cuantos mitos de libros de la SEP. El escritor Vila-Matas describe como "Mal de Montano" a la incapacidad de una persona, que ha leído demasiado, de relacionar las...