Leyenda

LA PEREGRINACIÓN AZTECA
Esta leyenda nos narra las adversidades por las cuales atravesó el pueblo azteca antes de llegar a la tierra prometida.Dicen que tardaron un año de Aztlán a Hueicolhuacan, nombre que recibía antes de la ciudad de Culiacán, en el estado de Sinaloa, situado al noroeste de la República Mexicana. Ahí en esa ciudad estuvieron tres años.En este sitio fabricaron un idolo deHuitzilopochtli, dios protector de la nación. Elaboraron pues este ídolo de barro que los acompañara durante toda su peregrinación. Para transportarlo hicieron una silla de juncos llamada teoixpalli, que significa "asiento de dios". Y a los sacerdotes que debían llevarlo en sus hombros, y que eran cuatro, los nombraron teotlacamacazque, que significa "los siervos del Dios".De Culiacán pasaron aChicomoztoc, que significa "Lugar de Siete Cuevas", quedándose sola la tribu de los mexicas, habiendo pasado las otras seis tribus por delante. Esta división se hizo, dicen ellos, obedeciendo la orden expresa de su dios. El ídolo quedó, desde luego, con los mexicanos.Después de haber permanecido por cerca de nueve años en Chicomoztoc pasaron a Coatlicamac, en donde se dividió la tribu en dos faccionesdebido a dos envoltorios misteriosos que aparecieron en el lugar. Llegó un grupo y los descubrió primero. En uno de ellos se halló una piedra preciosa, por la cual hubo una contienda, pues todos pretendían poseerla para ofrecerla como prenda a su dios. Al abrir el otro envoltorio, vieron que sólo contenía dos leños. Desde luego. a primera vista, lo despreciaron; pero advertidos por el inteligentey prudente Huitzitón, de que les eran más útiles para su sobrevivencia los leños, para sacar fuego, comprendieron que debían apreciar más los palos que la joya. Así, los que se quedaron con la joya partieron por delante, y se cree que después de su arribo al valle de México fundaron las ciudad de Tlatelolco.Los que se quedaron con los leños fueron los mexicas. Es importante tomar en cuenta que,independientemente de la veracidad que pudiera tener esta historia, lo más importante muchas veces es la utilidad del objeto y no su hermosura.A los tres años de permanecer en Coatlicamac, pasaron a otro sitio, cuyo nombre se ignora, y de ahí a Hahuacatlan, a Apanco, a Chimalco e Ipiolcomic. Todo esto les llevó aproximadamente 20 años. Se estima que en el año 1196 arribaron a la célebre ciudad deTollán (Tula).En cada lugar al que llegaban erigían un altar a su dios. Cuando la peregrinación tenía que partir de ese sitio, dejaban a los viejos y a los enfermos, junto con algún grupo de personas para su cuidado. O bien, a individuos que, ya cansados de tanto viajar, preferían establecerse en ese sitio.En Tula permanecieron nueve años y once más en otros lugares, hasta que en 1216 llegan aZumpango, ciudad considerada del valle de México. El cacique de este sitio, de nombre Tochpanécatl, les hizo buen recibimiento; les atendió y les señaló el sitio donde podían alojarse cómodamente.Este señor pidió a los jefes de la nación mexicana que le dieran una doncella noble para desposarla con su hijo Ilhuícatl.Los mexicanos estaban obligados a corresponder a esta petición, por lo que le dieron aTlacapantzin, la cual se casó con el ilustre joven. De su descendencia tuvo origen la casa real de México. Después de permanecer siete años en Zumpango, pasaron con el ilustre joven Ilhuícatl a Tizayocan, en donde la joven doncella parió a un hijo que se llamó Huizilihuitl. En este mismo periodo dieron otra doncella mexicana a Xochiatzin, señor de Quauhtitlan. De Tizayocan fueron emigrando adiversos sitios, entre los cuales se encuentran Ecatepec, Tolteplanc, Chimalpan, Cuautitlán, Huetzachitlán, Tecpayocan, Tepeyácac y Pantitlan; lugares situados en las riveras del lago de Texcoco.Desde su arribo al valle de México los mexicas fueron reconocidos por el rey Xólotl, quien, viendo que este pueblo venía en paz, les dio libertad de establecerse en donde pudieran. Pero cuando se hallaban en...