Leyendas
A las 7:19 AM del 19 de Septiembre de 1985 el más destructivo terremoto de la historia de México arrasó variaszonas del occidente y centro del país, entre las que se contaba el Distrito Federal. El recuento de muertos, que llegó a los diez mil, afectóprincipalmente a trabajadores de escuelas y hospitales, y a los niños que estaban por llegar a sus escuelas, prestos a comenzar las clases en esehorario. La imprevisión a la hora de construir escuelas, inadecuadas para soportar los frecuentes sismos que afectan a México, hizo de los escolaresvíctimas del siniestro. Décadas después, sin embargo, la algarabía de los niños, sus juegos infantiles, sus chanzas, son oídos misteriosamentepor transeúntes o moradores de construcciones que al momento del desastre lindaban con escuelas o institutos, hoy ubicados lejos de suemplazamiento original, como si sus espíritus se negaran a interrumpir el inicio de las clases aun desde el otro lado de la muerte. Cuenta la gente que vivepor ahí que los sonidos de las rizas y gritos de las victimas se escuchan, de entre las 6 y 8 am de cada día en vacaciones,Si estás en México ydeseas investigar más sobre la presencia del espíritu de los niños del terremoto, quizás quieras utilizar ir a pasar una noche por las callespara ver como los espiritus siguen vivos y entre las puertas se miran las caras de algunos de los accidentados para intentar contactarte con ellos.
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