Libro de nietzsche
semejante contradicción, ó si no fue simplemente considerado como
esta contradicción. Y Justamente aquí toco yo elproblema de la
sicología del redentor.
Confieso que pocos libros leo con tanta dificultad como los
Evangelios. Estas dificultades son diferentes de aquellas en cuya
demostración la doctacuriosidad del espíritu alemán ha conseguido uno
de sus más innegables triunfos. Es ya remoto el tiempo en que también
yo, como todo joven docto, saboreaba, con la prudente lentitud de un
filólogorefinado, la obra del incomparable Strauss. Tenía entonces
veinte años: hoy soy demasiado serio para estas cosas. ¿Qué me
importan a mi las contradicciones de la tradición? ¿Cómo se puede
llamartradiciones a las leyendas genéricas de santos? Las historias de
santos son la literatura más equivoca que existe: emplear con ellas
métodos científicos, "si no poseemos otros" documentos,
Lo que a mi meimporta es el tipo psicológico del redentor. Éste
podría estar contenido en los Evangelios a despecho de los Evangelios,
por cuanto éstos son mutilados o sobrecargados de rasgos extraños:
como eltipo de Francisco de Asís está contenido en sus leyendas a
despecho de sus leyendas. No se trata de la verdad sobre aquello que él
ha hecho o dicho, sobre el modo como murió realmente, sino delproblema de si su tipo puede ser en general representado aún, si es
tradicional.
Las tentativas que yo conozco de leer en los Evangelios hasta la
historia de un alma, me parecen pruebas de una ligerezapsicológica
abominable. El señor Renan, este payaso in psicologisis, ha adoptado
para su explicación del tipo de Jesús las dos ideas más inadecuadas que
a este propósito se pudieran imaginar: laidea de genio y la idea de
héroe (heros). Pero si hay una idea poco evangélica, es la idea de
héroe. Aquí se ha convertido en instinto precisamente lo contrario de
toda lucha; de todo sentimiento de...
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