Libro














ÁNGELA KNIGHT






SOÑANDO DESPIERTAS








EL CABALLERO DE LOS DRAGONES

Ángela Knight


LA PROFECÍA DE SEMIRA


Atrapada por las legiones de los Oscuros y
Por amor en el acero preservada,
la diosa Semira sobrevivirá pese a todo.
Llevada por los dioses guerreros a la batalla
Y por la necesidad de sus Avatares sustentada,
su poder a loslegítimos soberanos prestará.
Veinte hijas de su sangre
con lealtad la servirán
hasta que la última coja su manto
para luchar junto al caballero dragón azul.
Perdida y ardiendo en su fuego,
destrozada y renacida, merced al poder de Semira,
el Avatar a su diosa liberará.
Los Oscuros serán desterrados
y los dos reinos, libertados
del yugo de aquel que los usurpará.
Y el pueblo vivirá enpaz.

PRÓLOGO


Dallas (Texas) 25 de abril de 1995

La primera vez que el caballero entró en los sueños de Nineva Morrow, él fue demasiado para ella. Era en exceso —masculino, alto y poderoso, vestido con la armadura azul de medianoche— para alguien joven como ella e hizo que su corazón adolescente se acelerara con una mezcla de miedo y anhelo.
Hasta el rostro, de perfiles duros y feroces,daba impresión de ser peligroso. Tenía las mejillas altas y cinceladas, la nariz estrecha, inclinada hacia abajo, con las fosas nasales ensanchadas propias de un depredador; sobre la barbilla prominente, fuerte y angulosa, la boca ancha y muy sensual. El cabello largo y cobalto caía en mechones lisos como la seda sobre los hombros macizos de un individuo que no desconocía las batallas.
—Serásmía. —A ella le pareció sentir la voz en su propia sangre—. Cuando seas una mujer, sentirás mi caricia.
—No. —Sacudió la cabeza contra la almohada.
Los ojos color escarlata se entrecerraron de ira ante la negativa, luego despidieron una luz tan intensa que ella ya no pudo ver nada más.
Cuando el deslumbramiento se desvaneció, una enorme figura alada apareció en su lugar, un dragón de escamas decolor azul brillante y ardientes ojos carmesíes rugió y exhaló una fogarada que se derramó sobre Nineva como napalm.
Ella soltó un grito mientras el fuego le corría por la piel, acompañado de una oleada de dolor agudo. Retorciéndose y casi moribunda, se debatía por escapar y extinguir el fuego con su propia magia.
Frente a ella apareció una espada cuyo pomo tenía la forma sinuosa de una mujerdesnuda. La cogió enceguecida con la esperanza de que, de alguna manera, la salvara.
El rostro de una mujer de belleza deshumana, cuyo cabello flotaba en un nimbo pálido que rodeaba su cabeza, se hizo visible ante su mirada angustiada. El iris de los ojos resplandecía igual que ópalos bajo la luz de la luna y en sus profundidades brillaban partículas mágicas.
Nineva extendió una mano temblorosa yardiente hacia ella.
—¡Ayúdame!
La mujer sonrió con una dicha que llenaba aquellos ojos increíbles.
—Gracias por tu sacrificio, niña. Me has liberado. Hizo un movimiento para coger a Nineva que, instintivamente, intentó apartarse de un salto.
—¡No lo hagas!
Demasiado tarde. Los delicados dedos de la diosa se cerraron sin misericordia sobre los suyos.
Nineva ni siquiera pudo gritar cuando lamagia de Semira la destrozó.
Se despertó sobresaltada, transpirando y con el corazón a punto de estallar. Enderezándose de un salto, apartó las mantas y alzó las manos temblorosas. Tenía la piel lisa y saludable, sin señales de quemaduras.
La alarma desapareció mientras se dejaba caer de nuevo sobre la almohada con un grito entrecortado de alivio. Rezongó y cruzó los brazos sobre la cara.
Erahora de ir al colegio. Aquella mañana tenía examen de trigonometría.
Se levantó de la cama como si tuviera arena en los ojos y no hubiera podido volver a dormir.

Media hora después, Nineva estaba vestida y lista para salir, y bajaba taconeando la escalera con la mochila de libros colgada al hombro.
En el aire había olor a beicon frito y un aroma sutil a huevos revueltos. Torció hacia a la...