Literatura y compromiso en j.p. sartre

J.P. SARTRE: LITERATURA Y COMPROMISO Su vigencia hoy

Lic. Livia Vargas-González

Resumen: La idea de compromiso en Sartre no comporta una adjetivación de la literatura. Como toda literatura es concebida por Sartre como una acción enteramente libre, que parte de la indeterminada voluntad e intención del escritor, toda literatura está comprometida con lo que profesa mientras le venga de sí.El compromiso literario deriva de la asunción, por parte de Sartre, de que la literatura comporta un arte significativo. Al decantar su idea de compromiso –excluyendo así a las expresiones artísticas que para él no comporten un arte significativo– Sartre, al mismo tiempo fundamentará que, como sólo la literatura toma como herramienta a la palabra y, como la palabra es la única herramienta quedeviene exclusivamente del sujeto, toda obra literaria se escribe desde un tiempo y para un tiempo, es decir, es obra que se halla situada. Como escritor, Sartre militará por una literatura que, mostrando las contradicciones de clase del orden burgués, suponga también un llamado a la liberación del sujeto. Esta concepción del compromiso en la literatura expresará, a nuestro entender, las mismascontradicciones sociales, ideológicas y políticas de un mundo polarizado en tiempos de la posguerra. Palabras clave: compromiso literario, libertad, situación, marxismo, existencialismo. Reseña curricular: Licenciada en Filosofía de la Universidad Central de Venezuela (2005) y estudiante de la Maestría en Filosofía y Ciencias Humanas de la misma casa de estudios. Dictó una cátedra sobre “La noción decompromiso en J.P. Sartre” en la Escuela de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela para el año 2005. Ha trabajado como editora en la Fundación editorial El perro y la rana y actualmente es Coordinadora de Editores de la Fundación Biblioteca Ayacucho. Ha colaborado en algunas revistas venezolanas con artículos dedicados a la filosofía y a la cuestión de la mujer.

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SARTRE:LITERATURA Y COMPROMISO Su vigencia hoy Luego de la caída del Muro de Berlín en el año 1989 y del desmoronamiento de la URSS, el discurso marxista parecía también venirse abajo. Toda una ideología* se construía alrededor de este supuesto de pérdida de vigencia de la apuesta por trascender el capitalismo. Pero no solo se “vino abajo” el discurso marxista –que sería “revisado” luego por múltiples autoresde diversas tendencias–, sino que también se pusieron en cuestión y entraron en crisis cualquier forma de discurso en la cual la idea del sujeto estuviera presente. Desde entonces, ha estado en boga todo un discurso que hace apología a la muerte. Según este, ha muerto el sujeto, ha muerto la historia, han muerto las ideologías, las vanguardias y hasta los partidos. Toda acción y discurso queinvolucrase al sujeto estaba muerto o, cabría decir mejor, era preciso matarlo. ¿Realmente ha muerto el sujeto, la historia, o más bien se ha tratado de un simple deseo de muerte? Según este discurso, no hay sujeto transformador, no hay acción humana que incida en la construcción del mundo, en especial porque el sujeto no existe. Sin embargo, esta imagen del mundo comienza hoy a hacerse sospechosacuando la configuración mundial viene exigiendo al sujeto que tome partido. Hoy, el mundo sabe que millones de sujetos se oponen a una guerra que pareciera no tener fin y buscan las vías para incidir en los acontecimientos mundiales más importantes; así como, por ejemplo, Sudamérica es desde hace algunos años una región convulsionada por la emergencia de sectores de la población postergados quereclaman sus espacios y reivindicaciones culturales, identitarias y, claro está, económicas, que han forzado la sustitución no constitucional de administraciones políticas.
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Entendiendo el término en su carácter marxista, es decir, como falsa consciencia.

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La bruma de esta ideología, que hacía pensar en la caducidad y muerte de líneas de pensamiento como las del marxismo y las del...