Los chicos del proceso

LOS CHICOS DEL PROCESO
Los chicos que la artista plástica María Giuffra representa en su obra “Los chicos del Proceso” juegan con ositos bañados en sangre. No son chicos felices porque no tienen mamá o papá, o a ninguno de los dos. Son hijos de los “subversivos” y “comunistas”. Son los hijos de la última dictadura militar.
Si tornamos nuestra mirada treinta años atrás, veremos a estos niñosentretenidos, pero de una manera siniestra y particular. En realidad, a estas criaturas las une el hecho de haber tenido conciencia de todo desde muy chicos, de saber la verdad y sentirla, aunque no la entendieran. Y era justamente esa verdad la que reflejaba la impotencia, la desesperanza, el miedo, la culpa, la incertidumbre y el desamparo de pertenecer a una sociedad cuyos dirigentesprivilegiaban la violencia como instrumento de conciliación de las ideas.
¿Qué fue lo que vivieron en realidad estos niños en medio de una terrible anarquía de uniformes?¿Cómo crecieron y reconstruyeron sus vidas destrozadas por la mano violenta?
Juliana, Inés, Lili, Pablito, Camila y Mariana son algunos de los valientes que se animaron a contar sus historias, las cuales llegaron a nosotros gracias a larecopilación de la autora Graciela Montes en su libro “El golpe y los chicos”, para que nosotros que estamos del otro lado podamos entender qué y cómo fue esa masacre y qué significó para ellos este fatal período histórico.
¿Cómo poder seguir adelante cuando a los tres años unas personas entran a una casa como ladrones en la noche y matan a tu padre a sangre fría, al cual lo entierran como NN o loidentifican porque estaba envuelto en tu frazadita?¿Cómo entender que se llevan a tu madre quedándote con la fantasía de que algún día volverá y necesitas que te digan: Mirá, tu mamá está muerta; para poder creerlo?¿Cómo explicar que en Navidad y Reyes, cuando todos los chicos piden un deseo material, había uno que pedía que solo volvieran sus viejos; pero siempre para adentro, refugiado en susilencio?¿Cómo hacerle entender a una niña que a su padre lo estaban torturando en el baño de su propia casa mientras ella misma escuchaba los golpes y quejidos interminables?
Resulta paradójico encontrar tantas preguntas cuando, en realidad, nuestra intención es dar respuestas. Las únicas contestaciones concretas que podemos encontrar es el hecho de ver familias destruidas, vejadas y segregadas porel poder infame de las armas, el egoísmo y la soberbia.
Creemos que en las conciencias de aquellos niños el único sentimiento que reinaba era el de la contradicción y la confusión. Porque de un lado tenían la explicación de que no pasaba nada y estaba todo bien, pero por el otro se chocaban con la verdadera realidad de ser testigos silenciosos e impotentes de las aberraciones que padecían susmáximos referentes.
Eran los padres de estos inocentes los que para ellos y para todo el mundo estaban desaparecidos, sin embargo ésta era la palabra más ambigua que se haya podido elegir para designar el destino de estas personas. A los niños les resultaba sumamente engorroso determinar la diferencia entre desaparición y muerte, ya que si a una persona relativamente adulta le resulta difícilentenderlo, cuanto más a una de diez años o menos, la cual aún está inmersa en el maravilloso mundo de la inocencia y la ingenuidad. Inés misma dice que guardaba un mechón de cabello y dibujos para cuando su papá volviera. Después le explicaron que su papá estaba desaparecido y eso quería decir que estaba muerto. Por un lado ella sabía que su papá estaba muerto y por otro sabía que estaba desaparecido.Ella dice: “...no sabía bien cuánto vinculaba esas cosas, cuánto entendía. De repente entendía y de repente no.”
Este caos en las mentes infantiles argentinas no se limitaba a esta única dicotomía, ya que la estructura del pensamiento de los pequeños no les permitía interiorizar conceptos sumamente abstractos que circundaban su existencia y acechaban directamente contra su integridad. Aunque...