Love Letter

Se encontraba agotada, sí que lo estaba, a pesar de ello el sueño no lograba traspasar esa pesadez de mente y cuerpo que la debilitaba por completo, algo la mantenía despierta, alguien. Recordóalgunas de los vocablos que enfatizó aquella vez su abuela cuando era un alma viviente entre ellos, siempre se destacó por la profundidad de cada palabra, en el momento justo. De niña le narraba historiassobre como podríamos hablar, incluso palpar a la persona que se le extrañaba en ese instante, claro, siendo una pequeña de once años aceptaba las afirmaciones de aquella mujer madura y senil a quienno dejaba de ver ni un momento a la hora de narrar, con esa deleitosa voz que sigue recordando con mucho afecto.

Se apresuró, entonces, a colocarse frente a la ventana de su recamara, ahí, en esepequeño espacio donde lograba encuadrar perfectamente un sillón rojo individual, su color valido. Apoyó ambas extremidades con un toque de desconfianza en el portillo del objeto mientras encaraba alcielo con una mirada perdida; ¿qué podría decirle a la nada?, ¿cómo comenzar con esto?, se cuestionaba una y otra vez, no pensó que fuese a ser tan dificil. Ella, que no se le daba eso de las palabrasbien formadas al aire, que se le complicaba decir lo que en verdad quería, y a veces se ahogaba con sus propios pensamientos en un sin fin de batallas por contradecirse.

Tomó aire comenzando adesesperarse por no saber como iniciar aquello que deseaba hacer, se detuvo, observando a su alrededor; la cuidad cubierta de aquel color bruno enganchado a la luz que desprendía la luna, la luna,exactamente esa estrella logró llamar por completo su atención, ocupando gran medida de su enfoque en ella y en su hermosa claridad. Pasó apenas unos minutos en ella cuando de la nada parpadeó, divisando aalguien entre las tierras lunares, cada vez conseguía verlo con mayor claridad por que sus parpadeos se volvieron continuos.

En efecto, se trataba de él, la persona a quién echaba de menos y...