Luperco
Fauno desempeña un papel muy prominente en la historia mítica del Lacio, pues, con independencia de lo que hizo por la agricultura, era considerado uno de los grandes fundadores de lareligión del país, por lo que Lactancio le sitúa a la altura de Numa Pompilio.[3] Tras su muerte fue elevado a la posición de deidad tutelar del país, por sus muchos servicios a la agricultura y laganadería.
Existe la tradición de que Numa, mediante una estratagema, obligó a Pico y a su hijo Fauno a revelarle el secreto de invocar el relámpago desde el cielo (véase «Elicio») y de purificar lascosas golpeándolas con el rayo.[4]
En las Dionisíacas de Nono de Panópolis Fauno acompañaba a Dioniso cuando éste fue a la campaña de la India.
Fauno fue adorado en dos roles diferentes: como eldios de los campos y los pastores, y como una divinidad oracular y profética. Como deidad rústica, era un espíritu bueno del bosque, las llanuras y los campos, y cuando hacía fértil al ganado se lellamaba Inuo (Innuus).
Como dios profético, llamado por el nombre de Fatuo (Fatuus), se creía que revelaba el futuro al hombre parte en sueños y parte mediante voces de origen desconocido, que erancomunicados a quienes iban a dormir en sus recintos, tumbándose sobre el vellón de los corderos sacrificados.[5] [6] Lo que era Fauno a este respecto al sexo masculino, su esposa Fauna o Faula (a vecesconsiderada su madre o su hija; véase Bona Dea) era al femenino, por lo que llevaban los epítetos Fatuus/Fatua o Fatuellus/Fatuella, derivados de fari (‘hablar’) y fatum (‘hado’, ‘destino’).[7] Se...
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