México: las primeras cuatro décadas del siglo xx
El historiador de Harvard, John Skirius, sostiene en su libro “José Vasconcelos y la cruzada de 1929″ (Siglo Veintiuno Editores), que el principal error estratégico de Vasconcelos en su campaña fue nohaber concretado las alianzas militares con el general Gonzalo Escobar y con los cristeros. En otras palabras, pienso yo, pareciera que el candidato Vasconcelos, en lugar del modelo de Madero (convocar a la rebelión después de las elecciones), debió haber aplicado el de Obregón en 1920: primero el golpe militar para contar con un Presidente provisional a modo que hiciera posible el triunfoelectoral. Sin embargo, me parece que el fracaso vasconcelista se explica por una razón más profunda: José Vasconcelos aspiraba a una democracia que sólo es posible cuando hay clase media. En 1929 era reducidísima en México. Baste recordar que en esa época más del 80% de la población del país era analfabeta.
Desde esta perspectiva, la historia parecería darle la razón a Manuel Gómez Morín, quien vio consimpatía pero con escepticismo la campaña vasconcelista. El fundador del PAN le apostó a un proyecto de largo plazo mediante la formación de un partido político. Vasconcelos, mesiánico al fin, creyó siempre que la democracia en México era un problema de liderazgo personal, al estilo de Madero. Las clases medias ilustradas, decía, eran las depositarias históricas del saber y la cultura; a ellascorrespondía la tarea de gobernar y sólo había que encontrar al guía más apropiado, al más capaz, al más honesto, al que mejor encarnara el ideal de patriotismo. No había que esperar la maduración gradual de la sociedad; bajo la conducción de un líder iluminado, tomando como base la educación, el pueblo avanzaría en la tarea de su propia redención.
Por su parte, Gómez Morín (uno de los “sietesabios”, subsecretario de Hacienda a los 24 años, director de la Escuela Nacional de Jurisprudencia a los 25, fundador del Banco de México a los 28), creyó siempre en el gradualismo y durante años trabajó la idea de formar un partido político independiente que poco a poco fuera ganando espacios para terminar con el militarismo, instaurando al final una democracia civilista y moderna. El planteamientofue históricamente acertado pero los fundadores del PAN, quizá por el temor de caer en el caudillaje del que venían huyendo, formaron un partido testimonial sin sentido de poder, sin liderazgos fuertes.
En este punto Vasconcelos tenía razón y lo planteó con una asombrosa lucidez en una carta dirigida a los fundadores del nuevo partido durante la asamblea constitutiva. Fue leída el 14 de septiembrede 1939. Les decía que compartía punto por punto los principios de la nueva organización política pero que un partido sin liderazgos, por muy altos y nobles que fueran sus ideales, estaba condenado a servir de comparsa (legitimando los poderes establecidos) o a ponerse al servicio de los oportunistas políticos del momento, llámese Juan Andreu Almazán o cualquier otro, renunciando con ello a losideales y a la honra. Puso el dedo en la llaga, como bien señala la propia Ma. Teresa Gómez Mont.
De hecho, ninguno de los fundadores del PAN, incluyendo Gómez Morín, llegó a contar con un liderazgo nacional realmente sólido. Más allá de los acostumbrados fraudes electorales, los candidatos presidenciales de este partido, del tipo Efraín González Luna, Luis H. Alvarez, José González Torres o...
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