Mañana

LIBRO ABIERTO

Corría a más de 200 km/h por la carretera de camino a Denali, el rostro de Isabella llenaba mi mente por completo, ¿Por qué me tenía que provocar eso a mi? ¿Por qué me tenía que suceder a mi? Era una sensación angustiosa el que una humana ejerciera ese poder sobre mí, el que no pudiera contenerme por su culpa.
El sabor de la ponzoña por mi garganta era cada vez más angustioso,la sed comenzaba a dominar todo mi cuerpo, toda mi voluntad, si no paraba en estos momentos a cazar, estaba seguro de que mi “demonio” me tomaría por completo, el mismo demonio que ví reflejado en los ojos de Isabella.
Detuve el coche en contra de mi voluntad, ya que quería llegar a Denali cuanto antes. Tuve la suerte de haber parado cerca de un pequeño bosque, bajé del coche y dejé que ese serse apoderara de mí como tantas otras veces, ya no era una persona coherente, la bestia dominaba sobre mí. Tuve la suerte de no encontrarme con ningún humano durante mi parada, ya que si lo hubiese echo, en ese momento, mi abstinencia habría tocado su fin.
Saciado ya por completo, me volví a montar en el coche, y me puse en marcha camino a Denali, deseoso de que toda esta angustia por lo deIsabella se detuviera.
Al llegar, Tanya e Irina me esperaban. Por lo visto Carlisle las habría llamado avisándoles de que iba a ir.
- Hola Edward.- dijo Tanya.- Nos alegramos de tenerte aquí
- Hola Tanya, Irina.- hice un gesto de cabeza.- Espero no ser una molestia
- No, no te preocupes.- Dijo rápidamente Irina. Sonreí
- Pasa, no te quedes ahí.- dijo Tanya invitándome a entrar

La seguí apaso tranquilo y nos adentramos en su casa. Era muy parecida a la nuestra, solo que esta era más pequeña, para no llamar la atención.
Nos sentamos los tres en el amplio sofá. Sabía por sus mentes, que estaban deseosas de saber el motivo de mi visita, suspiré, y en pocas palabras les conté lo que me había pasado con Isabella el primer día de instituto, mi incapacidad para poder leer su mente,todo lo que me había pasado durante la clase de biología... Ví cómo sus rostros se ensombrecían poco a poco y se volvían más pálidos de lo habitual.
Cuando terminé de relatarles los hechos, ninguna de las dos habló durante un largo rato.
- Eso es lo que me ha traído aquí...- dije para romper el silencio.
- Has echo bien Edward.- dijo Tanya.- No hay problema, quédate el tiempo que necesites.Tanya siempre tan comprensiva con todos, se parecía mucho a Carlisle, suspiré y se lo agradecí con una media sonrisa. Ahora conocían por todo lo que había pasado.
Estuve con ellas durante más o menos una semana, sabía que debía regresar pronto, que Esme estaría muy preocupada por mí, y sobre todo, debía enfrentarme a mi destino, debía enfrentarme a Isabella...
Me despedí de ellas y marchérumbo a Forks. Durante el trayecto, paré a cazar un par de veces, para tomar todas las precauciones posibles, para no cometer ninguna imprudencia.
Al llegar a mi casa, Esme, Carlisle, Alice, Jasper, Rosalie y Emmett me esperaban, Alice habría devido avisarles de que iba a volver, suspiré y Esme se tiró a mis brazos.
- Oh Edward, menos mal que has vuelto.
- Estoy bien Esme
- ¿Estas mejorEdward?.- preguntó Carlisle serenamente
- Sí, creo que sí, la familia de Tanya se portó realmente bien.- sonreí
- Ya saben todos el motivo de tu partida, Alice y yo se lo explicamos, Esme estaba muy angustiada.- explicó Carlisle

Bajé la vista avergonzado, no me gustaba que Esme, tan buena, se preocupara por mí, suspiré de nuevo.
- Si mañana voy a volver al instituto, será mejor que tome lasmedidas adecuadas, voy a cazar.- nadie dijo nada, y yo no me quedé a averiguar lo que pasaba por sus mentes, salí de allí y me dirigí al bosque de Forks.

No habían muchas cosas sobre las que elegir, por lo que me conformé con unos ciervos y unos alces, me apetecía más un buen oso, pero no me podía alejar demasiado.
Me pasé la noche encerrado en mi cuarto, temiendo el día de mañana como...