MACRO

Era una tarde calurosa, y el interior del tren era vaporosa. La siguiente parada fue Templecombe, que era casi una hora por delante. En un vagón del tren había una niña pequeña, una niña aún másjoven, y un niño pequeño. Su tía se sentó en un asiento en la esquina. En la esquina opuesta del coche era un título que no sabía de ellos. Las chicas y el chico estaban por todo el vagón de tren.
Latía les decía a los niños "No lo hagas", mientras que los niños comienzan a hacerle preguntas "¿Por qué?" El soltero no dijo nada a ellos. "No, Cyril, no!", Exclamó la tía, mientras el chico comenzó agolpear los cojines de los asientos, por lo que las nubes de polvo vuelan arriba. "Ven aquí y mirar por la ventana." De mala gana, el muchacho se acercó a la ventana. "¿Por qué están impulsando esasovejas fuera de ese campo?", Preguntó.
"Supongo que se están llevando a otro campo que tiene más hierba," dijo la tía débilmente.
"Pero hay mucha hierba en aquel campo" -protestó el muchacho. "No haynada más que hierba allí. Tía, hay un montón de hierba en ese campo”.
"Tal vez la hierba en el otro campo es mejor," la tía sugirió tontamente. "¿Por qué es mejor?", Fue la rápida, la preguntaobvia.
"Oh, mira esas vacas!", Exclamó la tía. Casi todos los campos que pasaron estaba lleno de vacas y toros, pero ella actuó como si fuera una cosa inusual.
"¿Por qué el césped en el otro campomejor?"
Cyril mantiene a ella.
El ceño fruncido en el rostro de la licenciatura se profundiza en una mueca. La tía le vio y decidió que él era un hombre malo, antipático. Y ella no podía llegar acualquier buena explicación para el niño sobre la hierba en el campo.
La chica más joven trató de entretenerse y todos los demás, comenzando a recitar un poema. Sólo sabía la primera línea, pero ella usóesa medida de lo posible. Ella repitió la línea una y otra vez con voz soñadora pero ruidosa. El soltero pensó que parecía como si alguien hubiera apostado que ella no podía decir esa misma línea...