Maestro Industrial

Annotation

La soledad Eyre reina Pilar de la

Primera edición: enero de 2012 de Cualquier forma reproducción, comunicación pública o transformación de estadistribución, obra solo

Capítulo 1 —Majestad, ¡cuidado! ¡La cabeza!

dedos y sentía el turbador rocepor estrenar! mientras la vida estabavenido, node sus pestañas en la mejilla Pero Felipe no ha todavía es buen estudiante. Cuando1

escuchaba, estaba tomando posesión de la casa, ¡con ella siempre hay por mediopor los sofás,abierta, telas ojos de tigre indias llenas de colores de una lámpara, maleta aromáticas, estampas de extendidas una velas un colgando que pone de pie en las collar de santones estanterías, risas y

cama, cuando entra través del espejo, de codos todavía sobre una reverencia y sale. Sofía lomaridotiene esa expresiónhace ella conoce bien; mira a don Juan Carlos, la mesa. Su furioso, porque se le unen que cejas y frunce los parece pero por las líneas horizontales de su frente su mujer estar las labios,

ha muerto. La única que no da sabe beso reina. hijas y una Don en Carlos les lo un es la a sus palmada Juan las su mujer. lustrosas, y después se dirige pensativamente a mejillas militar,con el cuello subido. Se Lleva un chaquetón

Capítulo 2 Centenares de velas doraban con su luz trémula el techo

pequeña multitud que aguardaba en elmolesto!, y ¡todo loaque piso bajo, cogió le apartaba de su Palo le resultaba voz desamparada: su marido por la chaqueta pidiéndole con querías un chico. —Espera, no tesecó a todavía.yTú la entregó a su padre vayas la niña se La comadronarincones, quería aspirar todos los aromasenfundó enardecida y todo, ¡incluso de camisa y falda negra deansiaba probarlo algunos el uniforme Ladurante femenina meses se las Deutscher hitlerianas! rama a ciudadanas alemanas, arias y libres se llamaba Bund juventudes Mädel y solo admitían

había crecido prácticamente sinen Potsdam, «lalos griegos odiaban a la reina Sofía, nacida ella,a ya queprusiana», «la extranjera» que tenía dominado su marido hasta el alemanes durante la Primera Guerraapocado de sus parientes punto de empujarlo a ponerse al lado Mundial.

respectivas, romántica que resultaba fácil entre ellos una complicidad hicieron que se anudara confundir con el amor. duquesa María, alarmada por este noviazgo que no le La convenía, se lo preguntó directamente a su hija:

pulserade zafiros que le talismán y se dirigió el día el paso había regalado Palo habíande los pioneros que descubrían territorios con que se alegre prometido como cambiaban los mapas Occidente, desconocidopatrimonioen lay un glorioso a un país cuyo único y difícil, era frontera de Oriente y

chambelán para que le entregara una caja plana: —Gracias, Federica, bienvenida a Grecia, espero tu país y elde tus hijos. Toma, era de nuestra madre. que sea En el joyero un lecho reposaban azul con y un collar Garrard,la caja, enreal inglés,de terciopeloun broche escudo de

Pablo lo dijo con severidad, temiendo quizás que Freddy, ya en vena, hiciera algunade la «pequeña», veintisiete años, alusión sospechosa de Catalina o a la edad la novia a lalimitó a besarpaternidad ocho más que ella,nariz, ojosacuosos y pinta de solterona. se a aquella muchacha de larga pero

bueno! hermano Pedro, el primer antropólogo que Federica Su iba a conocer en de un gato satisfecho, la cogió por su cintura su vida, se acercó sigilosamente con el contoneo retablo medieval Madre e Hijo, y a la madre componiendo un le dijo a su

¡Parecía una fácil! ¡Empezaron a cuchillos! Federicapresa tan viviendo su cuentoafilarse los Pero estaba de hadas particular y no quería que nadie llaman venizelistas, que se siquiera los republicanos, que allí viniera a estropeárselo. Ni

La claseespecial, alta griega, solo cincuenta y dos familias —sin tratamientoese país—, puesto que losorgullosas, se horroriza existenignorancia de esta princesa ayla títulos nobiliarios no por la en todo porqueempobrecidas consiente...