maestros errantes

MAESTROS ERRANTES
SILVIA DUSCHATZKY
Un maestro que opina que los problemas actuales en la escuela son la violencia, la pobreza, el desinterés, la inseguridad, la desatención de los chicos y elabandono de los padres, su problema se expresa en un aquí y ahora, que toma contacto con mas fuerza que no logra apresar. El maestro no se tapa con “la violencia”, se choca con un modo de ser que lodistancia, lo encierra, lo turba, lo amenaza o lo impulsa a explorar nuevos acer5camientos.
La escuela en que se trabaja, esta situada en la periferia de la ciudad de Córdoba, es una caja de resonanciade la turbulencia de estos tiempos.
Más allá de los datos que revelan vidas infantiles deshilvanadas, escuelas “góndolas” en las que circulan desde alumnos hasta padres pidiendo monedas para viajar,madres trabajando a cambio de un plan jefes y jefas de hogar, y maestros enseñando, lo que insiste es una figura docente que denominaremos errante.
Para Maffesolí, el impulso de la vida errante tiendea resurgir en lugar de o contra el confinamiento domiciliario que predomino durante la modernidad. La arrancia no es una suerte de rechazo, una fuga del encierro o una respuesta reactiva a unacircunstancia opresiva, sino un efecto vital de un estado de intemperie. La vida errante no es deambular inerte sino una disposición activa a tomar lo que irrumpe y agenciar algo en torno a eso.
Lasmovilizaciones errantes, inevitablemente, construyen alguna forma de expresión: regular sus fuerzas, para hacer y potenciar con ellas (sus fuerzas).
Al vivir de un modo a veces espasmódico, el erranteaprende que mas vale conectarse con la transitoriedad y el devenir que ser presa del ideal. Mientras que en tiempos disciplinarios la arrancia era marginal y no descansaba en ella la producciónestructurante de la sociedad, en coordenadas de intemperie, la arrancia adquiere otro estatuto porque alberga la oportunidad de convertirse en lazo. Con respecto a la escuela, pareciera que es allí –en la...