MAPLES

A la orilla de este río
Manuel Maples Arce
(Memorias I)

M

Universidad Veracruzan
Dlrocclón General Edltorl¡l

a

propieclad
Diseño de fbrros, Lizerh Pedregal, a parrir de una forografia del archivo fhniiliar
de Mireya Maples Vermeersch

llustraciones de LeoPoldo M¿ndez

Clasificación LC, PQ7297 M274 A42 7010
Clasif. DeweY' M868.44
Autor, Maples Arce, Manuel, 1900-i981
Titulo, A la orilla deeste río , (Memorias I)

/

Manuel Maples Arce;

Iilustraciones cle Leopoldo Méndezl.
Pie de imprenta: Xalapa, Ver., México : Universidad Veracruzana, 2010'

Descripción física, 173 p. , i1., retrs, ; 23 cm.
ISBN' 9786075020129
Materias: Maples Arce, Manuel, 1900'1981-Biografías'
Prosa mexicana-Siglo )C(.

DGBUV Z010/76

Editaclo en Madrid, er
memorias de Mantrei
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en qtteescribe. Los ve
una noche de fiestas P
quince o clieciséis de s
vado en stt trlelTlorlá
volLlmen e inclttso ¡'rar

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río". Eu aqLlei

se encolltraba lejos de
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Primera edición, febrero de 19ó4

Editorial Plenirud
Madrid, España
Primera edición, 3 de

iunio de 2010

O LJnivetsidad Veracruzana
Dirección General Editorial
Apartado postal 97
Xalapa, Ver., 91000, México
cliredit@uv.mx
Tel i'ax)228 818 59 80; 818 13 88

/

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Sin embargo, el reüa
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ISBN: 978-607-507nn'9
lmpreso en México
Prinred in Mexico

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I

* lnstitttto deInvestigacrc

XII. Despertares
Alguna emoción vivida hace muchos años puede persistir e1l nosotros, sin
que para ello haya ninguna explicación.
Una ¡oche, por ejemplo, ftri a hacer un firandado colt tlt'Ia cle las cria'
das. Al salir, para acortar el camino, pasamos por tlnos solares. La noche
era clara, se veía bien el sendero. La Luna corría por el cielo, aparecía y desa'
parecía entre las nubes. Yomiraba la Luna, la miraba pasar por encima de

los attos árboles. El carninar en aquella hora silenciosa y plateada, en la que
vibraba [a inquietud de los rumores qLle se desvanecían como sombras por
la orilla de la ciénaga, me despertó algo así como tln üastleño poético.
Este hecho res¡me una experiencia remota, qtle se repitió des¡lués en
cliversas circunstancias. Una sittración habittral qtre setorna fat'rtástica; trn

barco cubierto de flámulas, que corta el agua liviana como tln aparejo de
expectación y poesía; el olor cle un viejo bosqtte, clonde los senticlos presien'
ten el grito azul del mar, o una fiesta cle muchachas y de espttmas litorales,
son otros tantos momentos de un mismo y hondo tttmulto.
A los cambios mentales de los irltimos estaclios de la nirlez se stlma'
ban orros,impuestos por las costtrmbres, qtle lto dejaban de prodtrcir cierta
emoción, como el de esrrenar los primeros tr)antalones largos. Esto significa'
de condición, que influía en el ánimo ciel muchacho. Yo pasé
por ese momento poco tiempo antes de salir para Jalapa. Bajo las indicaciones cle mi madre, un sasfre vecino, que había sido sargento del cuerpo de
Rtrrales y cuya cara y siltreta recuerdo bien,atlnqtte he olvidado su nombre,

ba

u¡ cambio

me co¡feccionó un traje azul marino y un par de pantalones' Cttando mi
maclre me clijo que rne los probarA, recuerdo qtre saqtré prirnero ta cabeza
por la pqerta antes de decidirme a presentarme de ctlerpo elltero, ptles me
imaginaba q¡e me vería muy raro;.en fin, me claba vergtienza y temía qtle se
burlaran cle mí. Este estreno no dejó cleproducirme cierta inquietucl; pero
L4r

T

q¡e illarlg¡raba también un cambio en mi vida, y así ftte, en efecto.
Dejaba mi concliciór-r cle nil-ro para elevarme a la cle aclolescente, coll todas

parecía

las compiicaciones cie orden intelecttral y rnoral qLle se sttscitan en aquelios
momentos en que comenzalnos a tener sensibilidacl de toclas las poderosas

fuerzas q¡e germinan en nuestro interior y...