Marcha

Bocinas, semáforos cortados y un grupo de policia impedian la correcta circulación de los autos. Mujeres adultas, adolescentes y pequeñas, remeras verdes, violetas y rojas, cintas en las frentes dealgunas de ellas, rostros pintados y manchados, carteles en alto flameados por el impulso de sus brazos, micros deteriorados estacionados en contramano y en doble fila en plena calle corrientes,bombos sonaban al compas de canciones improvisadas por las manadas.
A lo lejos se veia el Congreso, un par de cuadras de distancia, caminabamos unas detrás de otras con variadas intenciones. A la esperadel dichoso dia, en los rostros se veian una mezcla de emociones, alegrias y tristezas. Era miércoles 17 hs y todavía quedaban cuadras para llegar.
La multitud vislumbraba los ojos de cualquiera, todossabiamos lo que estaba pasando alli. Mas de mil, no podria definirlo exactamente. De fuerte incididencia el grito de las mujeres. “Iglesia, basura, vos sos la dictadura”. Una vez mas los cartelesflameaban por el aire pero esta vez eran muchos mas y muchos mas grandes. De a poco iba oscurenciendo y la plaza se iba colmando.
Millones ya estabamos a ahí, a la espera de un cambio. El congreso yailuminado y por delante de él, una mujer desnuda elevada y envuelta en papel film. Algunas sorprendidas de que fuera real aquello que estabamos viendo. De fondo los canticos no paraban de escucharse.Diez, once o doce formaban una experiencia plasmada en las pupilas de muchos de los que estabamos frente a ellos. Todos vestidos de negros, mujeres y hombres, altos y bajos, sus rostros transmitianmiedo, estaban depresivos, asustados, desesperanzados y el grito fue su arma. “El femicidio, la trata de personas y el abuso de menores son las peores miserias del ser humano” y lo decian una y otra vez.Mis oidios retumbaban, la piel de muchos se erizaba y la angustia por dentro crecia.
La solucion es que se cumpla lo que esta vigente, hay una ley que se tiene que reglamentar y que tomemos...