Matematicas
Aquello le hacía sentir mucha rabia eimpotencia, y muchos en su entorno, pensando que era un chico peligroso y agresivo, le dejaban de lado o le miraban con indiferencia. Y cuando esto pasaba, y Baldo se sentía triste, pensaba para símismo: "habría que verles a ellos en mi lugar...".
Pero un día, Baldo conoció a Alicia, una persona especial y maravillosa. Parecía ser la única que entendía su sufrimiento, y con muchísima pacienciadedicó horas y horas a ensañar a Baldo a manejar sus descontroladas manos, a fabricar sus propias palabras, e incluso a domar sus salvajes pensamientos. Y cuando, tras mucho tiempo y cariño, Baldoestuvo preparado, Alicia le hizo ver el gran misterio.
Sólo necesitó un par de fotografías, de sobra conocidas por el propio Baldo; pero entonces, mucho mejor preparado para entender, se dio cuenta:Baldo y Alicia eran un niño y una joven como todos los demás, atrapados por las deficiencias de sus cuerpos imperfectos.
Y ahora, gracias a ella, las puertas de la cárcel se estaban abriendo.
AMISTADLaura y Patricia llegaron corriendo de la escuela, era lunes y hacía sólo una semana que habían comenzado las clases.
Después de sacarse la túnica y lavarse las manos, competencia diaria para verquien terminaba primero, se sentaron a la mesa a almorzar. Era la hora en que la familia se reunía a contar los sucesos del día.
¡¡Tenemos una compañera nueva!! - dijo Laura a sus padres.- Se llama...
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