Matematicas

REVISTA ESPANOLA DE FINANCIACIÓN Y CONTABILIDAD Vol. I, n. 3 septiembre-diciembre 1972 pp. 693-714

La contdbilidad en Estados Unidos ha rec?bido una atención superior a la que ha merecido en la mayoría de los restantes países occidentales, no sólo por tratadistas y profesionales especializados, sino por los mis diversos sectores de la sociedad norteamericana. País capitalista por excelencia,con el merclado de valores más importante del mundo, en el que participan millones de grandes y pequeños inversores, y que ha configurado el ;fraude fiscal como delito dentro de su deredho penal, conoce la importancia que tiene dentro de su sistema la informacih económicofinanciera que preparan las empresas a partir de sus contabilidades. Pero la importancia que Estados Unidos ha venido restando ala contabilidad y a la información econÓmico4inancieí.a no ha si o la misma a lo largo de este siglo. Fue necesaria una profunda crisis económica, que manifestó su mayor virulencia en el mercado de valores, para que el país tomase conciencia de la importancia de estos temas y les prestase el apoyo y la atención que requieren dentro del sistema económico de cualquier país occidental. Antes deintroducirnos de lleno en el estudio de los sistemas y principios uniformes de contabilidad en los Estados Unidos, es conveniente, no obstante, que hagamos unas breves consideraciones sob're el sentido de la uniformidad en contabilidad.

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UNIFORMIDAD EN CONTABILIDAD Aunque las diversas acepciones de los voctiblos que nos facilita el diccionario de la Real Academia Espaííola no se pueden siempreaplicar estrictamente a definiciones técnicas, sabemos que la semintica del término "uniforme" se corresponde con la de las palabras "igual", "conforme" y "semejante". En el campo de la contzibilidad existen, sin emibargo, interpretaciones divergentes entre los tratadistas y profesioilales sobre la mayor o menor rigidez de la regla uniforme (sistemas y procedimientos) y sobre el grado deflexibilidad en su aplicación práctica. Una posición extrema defiende una uniformidad absoluta *en las cuentas a aplicables a cada transacción o situación y en utilizar, en los criterios cont~tbles

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los informes económico-financieros que preparan periódicamente las empresas. La consecución de este 'objetivo implica& el desarrollo de unamplio sistema ue abarcase planes de cuentas sectoriales, modelos de estados económicoZnancieros y un conjunto exhaustivo de normas e instrucciones detallando la utilización de las cuentas, los criterios de estimacibn y valoración, etc. La publicación e implantación de este sistema habría de realizarse por vía legislativa y necesitaría de la intervención de la Administración phblica del paíscorrespondiente para regula^ su mantenimiento y constante aotualizacibn. Las dificultades que surgirían en su preparación y desarrollo lo convierten en un objetivo a muy largo plazo, al que únicamente se podría llegar por sucesivas a~roximaciones. Otra posición, más moderada en su concepcfón, aunque no exenta de dificultades en su aplicación, mantiene ue un sistema uniforme de contabilidad debería basarseen un conjunto amp io de normas y principios generalmente aceptados, permitiendo al mismo tiempo un cie~togracl'o de flex$bilidad en su de aplicación práctica. En este conj~~nto principios de contabilidad generalmente aceptados existirían algunos que podrían aplicarse indistintamente a una misma empresa o a una determinada transacción. La selección del principio de contabilidad a aplicar en cadacaso se dejaría d criterio de la dirección de la empresa y habría de estar basado fundamentalmente en las circunstancias concurrentes. Algunas de las causas que inciden en esta elección vienen deteirninadas por la naturaleza del sector al (que pertenece la empresa, posr e1 producto que vende o servicio que ofrece, por las condiciones de lacturacióil a clientes y de proveedores, por sus pos?bles...