Math
Hoy en la noche iré a encontrarme con mi colega, mejor amigo de toda la vida y mi compañero ocasional de documentales los fines de semana, MATHEW JOHNSON, es un famosos biólogo marinoespecializado en tiburones en toda su gran variedad. Tal vez iremos a un bar a discutir sobre cosas nuevas en el trabajo o sobre cuantas rubias universitarias se pudo tirar con su frase estelar ¨ ¿sabías que al nadar con tiburones, tú corazón se agita a tan fuerte y tu cerebro libera tanta adrenalina que puedes tener un orgasmo?¨.con eso las duerme, yo no sé en qué consista pero a él le funciona,y más con esa imagen de trazan enfundado en vaqueros ajustados, es una combinación difícil de comprender pero así es él. En cambio yo, soy aficionada de los felinos, me encanta su manera de interactuar con su presa es como si la sedujera antes de atacarla, en especial la pantera amazónica, un espécimen fascinante, que se caracteriza por ser solitario y agresivo, pero con sus crías son cariñosasy protectoras.
Ya son las ocho en punto y estoy a punto de partir, cuando suena el teléfono y regreso de inmediato antes que se pase la contestadora. Contesté y una voz ronca despertó mi interés:
-Con la profesora pott´s por favor.-con un tono seco y firme.
-Con ella habla,..¿Quién es?- con el mismo ademan pero con la voz clara.
-Vicky! ¿Cómo estás? Soy math desde el acuario-con voz amistosay con la confianza que lo caracteriza.
-Diablos math! Ya estaba de salida a encontrarte en el bar, ¿por qué no te has marchado?
-¿Muy graciosa te pones no? Primero saluda cortésmente.
-Lo siento ando mal geniuda hoy. Dime.
-Vicky, victoria, profesora pott´s-(raspeo la garganta como cuando se va a decir algo elegante o importante)- es un placer comunicarle que la National geographic ha aceptadosu solicitud y financiará el estudio de la pantera amazónica
Deje que el impulso auditivo rezumbara dentro de mi cabeza, no lo podía creer y de la impresión solté el auricular del teléfono u caí incada frente a la mesilla de la sala. ¡Mis sueños se hacen realidad!, mi vida comienza a tomar el rumbo que deseaba y mi mejor amigo es el que me da la noticia ¡Más feliz no podía estar!
Cuando volvíen mis cinco sentidos, volví a tomar el teléfono para saber si math seguía allí. Y con la voz a casi romper el llanto me esforcé a hablar:
-Math… ¿sigues allí?
-¡claro!, que dices ¿aceptas?
-creo que necesito que nos veamos para hablar de los detalles ¿tienes tiempo hoy?
-¡claro! Solo déjame despedir de mi nueva amiga y te veo donde siempre, ha! Y vicko, tu tranquila, todo saldrá bien porque tumereces esto y más. Chao.
Pasaron 45 minutos desde la llamada hasta mi llegada al café, mi corazón latía fuertemente; no sabía lo que Math podría decirme… un proyecto así no es cualquier investigación en la que te ensucias de lodo, por andar buscando lombrices con dos cabezas.
Llegue a la mesa de siempre, y ordene lo de siempre, un café cappuccino de avellana a temperatura media (lo...
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