Me preguntaron por mi mascota
Como no le pusimosnombre, a la hora de comer gritábamos ¿dónde está? ¿dónde está? y el animalito llegaba, comía todo lo que se le daba, era muy agradecida, sus ojos brillaban y batía su cola. Estaba siempre por ahí,jugando con Jacoba, curioseando, husmeando, corriendo tras los niños bulliciosos o muy cerca de la puerta a las 5 de la tarde cuando la casa era visitada por niños con necesidad de colaboración conlas tareas escolares o cuando había cualquier visita.
Una tarde en la que escuchábamos música luego del almuerzo, los niños gritaron en la calle: -Willis, Willis, mataron a Jacoba, la mataron allí, enla esquina, la encontramos aún caliente, la cargamos a la casa impresionados por el vacío negro que llenó sus ojos, la pareja de ancianos que vivían en el mismo predio nos facilitó la herramientapara abrir un hueco y enterrarla, luego sembraron allí un pequeño árbol de feijoas.
Entonces la hija de Jacoba empezó a ocupar su lugar en casa y en nuestros afectos, tenía casi 2 años de edad, laseguíamos llamando buscándola ¿dónde está? ¿dónde está? los niños de la vereda que iban a nuestra casa en las tardes nos daban ideas para ponerle nombre, pero viéndola tan inquieta, tan sin lugarseguimos preguntando al nombrarla ¿dónde está? ¿dónde está?, al hacerlo nos contestaban los viejitos vecinos o alguien que pasara y quisiera bromerar, aquí estoy, aquí toy, con el tiempo el animalito fuenombrado simplemente Ontá.
Ontá nos acompaño en el cambio de hogar, salimos de la vereda Quebrada del campo en Cajicá, a la vereda Salitre medio, en Tabio, desde entonces han sido muchos los cambios...
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