mediator dei resumen

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A TREINTA AÑOS DE LA ENCÍCLICA “MEDIATOR DEI”
El mejor modo de morir, es perder la memoria del pasado. Más todavía, del buen
pasado. Es desentroncarnos. Hace distancia con las raíces. Es ser ingratos.
Esta Nota quiere recordar un acontecimiento de importancia para la vida de la
Iglesia: la promulgación de la Encíclica Mediator Dei, del Papa Pío XII, el 20 de
Noviembre de 1947.
Es un documentoque vio la luz en momentos difíciles para la vida del mundo y de
la Iglesia. La guerra -con todas sus secuelas-- había hecho sentir su peso sobre
los hombres. En la vida intra-eclesial, se movían diversas corrientes teológicas
que propiciaban cambios. Algunos de esos cambios estaban fundados en una
sólida doctrina de retorno a las fuentes y a lo mas puro de la Tradición. Otros, se
apoyaban másbien en las situaciones concretas por las que atravesaban los
hombres, sin medir hasta dónde llegaban sus límites exactos, ni las consecuencias
de creer que se puede mirar hacia delante, renegando del pasado.
Desde comienzos de siglo, el Movimiento litúrgico crecía sano, habiendo
encontrado su lugar y su camino en la Iglesia, sin mayores dificultades.
Muchos de los gestores de la renovación queridapor el Vaticano II, hacía ya largo
tiempo que estaban sembrando en tierra fértil.
La Mediator Dei quiso ubicar el dato litúrgico en la vida de la Iglesia,
entroncándolo profundamente en la realidad de Cristo como sacerdote, y de la
Iglesia como Pueblo sacerdotal.
Después de una “Introducción”, hay cuatro partes sobre las que la voz del Papa
Pío XII reflexiona:
 Naturaleza, origen y progreso dela Liturgia
 El culto eucarístico
 El Oficio divino y el Año litúrgico
 Normas pastorales
Releyendo atentamente estas partes, nos damos cuenta de cuánto debe la
Constitución Sacrosanctum Concilium a esta encíclica.
1. Introducción
Se nos muestra que Cristo, Redentor del mundo, es sumo Sacerdote. Él es el gran
mediador entre Dios y los hombres, y quiso que “la vida sacerdotal por Él iniciada
ensu cuerpo mortal, con sus oraciones y su sacrificio, en el transcurso de los
siglos, no cesase en su Cuerpo místico, que es la Iglesia; y por eso instituyó un
sacerdocio visible, para ofrecer en todas partes la oblación pura”.
Cristo, Sacerdote…
La Iglesia, pueblo sacerdotal dotado de un ministerio
particular para ofrecer la Víctima pura y santa. Ella debe continuar el oficio
sacerdotal deCristo Jesús, “sobre todo, mediante la sagrada liturgia”
El Papa, al afirmar la necesidad de renovación, no cae en engaños, y nos previene
contra los “peligros de exceso y defecto”. Por una parte, un inmovilismo que
boicotea toda iniciativa, aun las provenientes de la legítima autoridad. Por otra
parte, “hay algunos ávidos de novedades, que se alejan del camino de la sana
doctrina y de la prudencia”.Esto podríamos repetirlo en nuestros días.

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El Papa vela por la pureza de la fe y aprueba lo bueno que se ha hecho, así como
reprueba “lo que se desvía del verdadero y justo camino”.
Pero es hermoso ver en este Papa, su sentido del equilibrio y la línea que sigue y
que quiere que siga la Iglesia: “No crean, sin embargo, los inertes y los tibios que
cuentan con nuestro asentimiento porquereprendemos a los que yerran y
ponemos freno a los audaces; ni los imprudentes se tengan por alabados cuando
corregimos a los negligentes y a los perezosos”.
Esto es un programa de prudencia pastoral.
2. Naturaleza, origen y progreso de la Liturgia.
Es deber de todo hombre honrar a Dios. Y esto no sólo es un deber individual,
sino que compete a toda la comunidad.
Por Cristo, el Verbo Encarnado, elPadre recibe en la tierra el honor que le es
debido. Este culto continuará en la gloria.
La Iglesia, unida al Señor Jesús como el cuerpo a su cabeza, continúa ofreciendo
al Padre “el Sacrificio aceptable y grato”, restableciendo entre Dios y los hombres
una unión y armonía recreadas.
Esta Encíclica barre con las definiciones utilitarias o con aquellas descripciones de
la Liturgia basadas en...