Michael jackson

El ambiente cálido se mece en la atmosfera, proyectando un sinfín de centelleantes estrellas en el negruzco cielo, de una de las islas más extensas de las Antillas.

Recargado de belleza paisajística, y clima marítimo tropical, Arecibo –Puerto Rico, se muestra cautivante ante los curiosos ojos de los numerosos turistas, que buscan esa misma belleza en las mujeres caribeñas del país.

Sushabitantes son dinámicos, como las olas del océano atlántico, que bañan a la ciudad. Consideran que Dios ha sido bastante generoso con ellos, al insuflarles aire en los pulmones y al darles un corazón que bombea la sangre aguerrida que corre por sus venas; por eso, casi siempre mantienen la sonrisa en los labios.

La vida pasea entre interminables paradas de sorpresas, alegrías y gratos minutos,vanos, como las tristezas que encierran al corazón.

Ahí, en medio de esa colorida urbe, un par de ojos extranjeros observan al cielo despejado, con la misma comodidad y orgullo de quien tuvo como cuna a Arecibo. Su nombre es Nicole, por su rostro brilla la fresca fragancia de la juventud. Tiene un año más que veinte, pero siente que ya ha vivido lo suficiente como para conocer a los azotadorespéndulos del destino, que la desarraigaron de su país natal.

Como todo ser viviente, ella no eligió donde nacer, ni a sus padres, menos la dura infancia que le toco vivir; tampoco pararse a cantar, cada noche, frente a espectadores ebrios, que hacen gestos obscenos, a escondidas o con descaro.

Su voz, los embelesa más que los licores que liban. Desean verla toda la noche. Su belleza actúa comola droga que los mantiene en ese rústico bar. Se la imaginan mostrando su divinidad en diminutas prendas, no obstante, están al tanto de que solo pueden imaginar, porque Nicole tiene un lugar favorecido en ese bar, ella expande su magia solo por minutos, en un ceñido vestido que ellos desearían quitar.

Su tía, hermana de su madre y único familiar junto a ella, se encarga de que las miradas sereserven solo a observar. Mimí (que es el diminutivo de Micaela) desea que la llamen así, para no evocar a la edad que lleva encima ,55 abriles que los cumplió con dolor. Nació en Puerto Rico y no se ha despegado jamás, del seno fraterno de su país, que hincha de patriotismo a su pecho.

Ambas miran con esperanza hacia el futuro, por mas incierto, parece tener un mejor rostro que el pasado.Cuidan con celo el negocio que las saco de la miseria, aunque este les haya ocasionado los más enconados insultos y desprecios, por parte de los habitantes moralistas de la ciudad

Después de cantar, Nicole transita por la aglomerada cantina, con una bandeja en la mano, repartiendo los licores que los borrachos exigen.

--no es justo que trabajes en el día de tu cumpleaños—una voz jovial,proveniente de una mesa cercana, la deja estática. Nicole voltea apresurada.

Le ha pedido tantas veces que no se aparezca por el bar, pero él ha desoído su suplica, y esta ahí, sentado como un cliente más, esperando su portentoso vaso de cerveza.

--¿Qué haces aquí Justin ?--reclama con una clara irritación en su rostro.
--vine a verte — responde animado-- no aceptaste ir a cenar conmigo,preferiste trabajar, precisamente hoy que cumples 21.
--sabes que no puedo abandonar el negocio, ahora que nos va mejor que nunca. —explica con disimulo, fingiendo limpiar la mesa.
--mi amor no me gusta que estés aquí, este no es lugar para ti—le acaricia las manos y solo consigue una fulminante mirada de rechazo.
--hablaremos mañana, debes irte –su voz suena con la fuerza de una orden. Una vezmás él desobedece y se ubica a milímetros del rostro de su novia, para besarla, pero ella repele su cercanía dando pasos rápidos hacia atrás.
--cuando nos casemos, te sacare de aquí. Tú y Mimí se olvidaran para siempre de este bar—se expresa con firme convicción, habla fuerte, no le importa si en el bar, si en el país entero lo escuchan, quizá sea eso lo que desea.

La mira detenidamente, ella...