Migracion

BOLETÍN INFORMATIVO VIRTUAL Número 5
(Guatemala, 14 de enero 2011)

El Heraldo Diplomático
BIBLIOTECA “MARIO MONTEFORTE TOLEDO”

Contribuciones a:  dvillagran@minex.gob.gt

CUENTO No. 1 ¡PÓNGAME EN EL PÓNGAME PRÓXIMO PRÓXIMO VUELO!
Se sentía siempre un poco solitario, un poco triste, un poco vacío; aun en medio de los miles de sonidos y las miles de voces, quedaban rinconcitos para esanostalgia que no abandona cuando estás lejos… proceso que era dispuesto y seguido por ICE y que no podía hacer mucho. "Entiendo" -me dijo, ¡aunque no entendía nada! "Pero no se olvide de mí". Al día siguiente llamó de nuevo, y al otro día de nuevo y al otro de nuevo; inteligente, logró encontrar el momento en que las líneas se descongestionaban un poco y perseverante como él solo, lograba hacer sullamada y en mí encontraba quien lo escuchara. Eso bastaba. Y cada día era una nueva historia: sus hijos estaban enfermos hoy; su esposa estaba agonizando mañana; él tenía no sé qué horribles enfermedades que acababan de descubrirle en el centro de detención: "Palabrita seño me guah morir si no me saca de aquí pronto!" Mentía con tal desempacho sabiendo que era una especie de juego que yoentendía, pero que a lo mejor, le ganaba un cielo de techo de

Empezó llamando una tarde cuando al fin le paso la llamada: "¡Seño, seño me llamo Mario Rodríguez Vicente, me detuvieron, estoy en Harlingen desde hace seis meses y mi mamá se está muriendo! Por favor póngame en el próximo vuelo...." Le expliqué que no dependía de nosotros, que era todo un

nuevo y... siempre terminaba pidiéndome: "¡Seño,póngame en el próximo vuelo...!". Sin embargo, aunque no podía hacer lo que él pedía -¿cómo?-jamás hubo un reproche, sino siempre una gran alegría y una nueva historia. Llamó tanto que en el consulado, mi querida Andrea, que respondía el teléfono me decía, "¡Ahí te llama otra vez tu novio!...".

Me dijo: "No sé, no sé si se pueda, ni si lo autoricen, no sé, no sé, no sé...". Nunca un compromisoy, sin embargo, -entre líneas, a veces- una cierta comprensión y empatía. El siguiente día transcurrió extrañamente diferente, no conseguía identificar el ¿por qué de esa sensación?, las cosas se desenvolvían con la cotidianidad del trabajo diario y metódico y, sin embargo, algo no sonaba bien. De repente me entra una llamada y es el Oficial Stevenson: "Oficial ¿que pasó con Mario? ¿estará bien?,no ha llamado en todo el día y eso me extraña mucho". El Oficial Stevenson respondió: “Pero ¿no le dijo usted a Wilkes que si había un espacio lo pusieran en el próximo vuelo? ¡Pues hoy lo pusimos en el Jay Pat y ya va para Guatemala! Una extraña sensación que nunca había sentido me invadió, un sabor agridulce de alegría por él y un sabor a nostalgia por mi joven amigo necesitado de mí por elconsuelo que mis palabras pequeñas, mi paciencia y mi ser de su misma tierra, sin

Un día uno de los oficiales de ICE me comentó que uno de los vuelos iría con una persona menos ya que ésta, se había enfermado. Al minuto exclamé: "¡Por favor, por favor Oficial Wilkes, dele el espacio a Mario Rodríguez; el está para entrevista la próxima semana pero al menos se gana una semana!”

duda, le dieron.¡Qué sola me sentí en ese momento!, ya no habrían más llamadas contando una nueva historia; habían sí, nuevas llamadas, nuevas historias, nuevos pesares…, pero él, él no volvería a llamar. Lo imaginé con una sonrisa grande que nunca conocí, volando por primera vez en su vida, sentado entre todos los que regresaban a su tierra viendo quizás por la ventana nuestra tierra preciosa llena deparcelitas trabajadas con sus montañas y ríos apasionados y sintiéndose a cada instante un poco más cerca de su gente y de su hogar.

Y me sentí triunfante porque él regresaba a casa ¿Qué encontraría?, ¿qué lo esperaría?, ¿qué sería de él? Nunca lo sabría. Coloqué de vuelta el auricular del teléfono y seguí con los quehaceres del día, pensando que "algún día" allí en un pueblito del Petén, como me...