Musica clasica

La Filarmónica, en una gran noche

Arturo Diemecke, una pieza fundamental de un concierto de lujo. Foto: Colombaroli / Teatro Colón
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, con alumnos de laAcademia Orquestal del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Director: Enrique Arturo Diemecke. Programa: Sinfonía Nº 7, de Mahler y Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis, de Vaughan Williams. Sala:Teatro Colón.
La Séptima Sinfonía de Gustav Mahler, que el viernes interpretó la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, dirigida por su titular, Enrique Arturo Diemecke, es una composición que podríadar algunas respuestas a gente interesada pero desorientada ante la obra tan singular de este compositor. En especial, gente que no termina de conectarse con las permanentes y notablestransformaciones de su música y el alto voltaje de su nobleza sentimental, mientras observa con inquietud la apasionada controversia que ha suscitado Mahler como creador.
Aunque los propósitos y los interesesprofundos de un creador sólo pueden adivinarse, al internarse en la densa espesura instrumental de esta sinfonía, aparece, en primer plano de los cinco movimientos, cierta entrañable evocación del climamusical vienés que subraya una honda y doliente sensación de decadentismo, tal vez más intensa que en las otras sinfonías.
Por otra parte, la gran variedad temática en la Séptima, en este caso estáamarrada para tratar de evitar la imagen divagatoria que a veces parece afectar a Mahler y que aquí no lo deja extraviarse ni un minuto de esta obra que dura casi ochenta.
Tal vez, la Séptima sea lasinfonía en que se advierte con mayor claridad la tan especial percepción angustiada del mundo, capaz de producir el tipo de emoción tan abrumadora e inconfundible de Mahler, que siempre, de formaprácticamente inevitable, se apodera del oyente y lo lleva a involucrarse con su inquietud.
Diemecke fue al encuentro decidido de los problemas expresivos tan difíciles de la Séptima, como si buscara...