Nando

Destino de una partida sin vuelta

Les voy a contar mi historia, una historia que si saben descubrir, se darán cuenta en donde estoy y podrán ayudarme a salir de ésta situación tan difícil.
Yo vivía en Caracas, Venezuela un hermoso lugar por lo que recuerdo…..
Era un día normal, 5 de Agosto de 2005 pienso y recuerdo; estaba en mi trabajo tratando de descifrar una carta de un comprador, cuandoFernando uno de mis mejores amigos llamó inesperadamente. Al atender el teléfono éste me invitó a pescar al Mar Caribe; nunca hasta ese entonces había ido a pescar a un lugar tan espléndido como ese, había ido a lagos y a ríos, pero no a un lugar así. Siguiendo con el llamado, le dije que tenía muchas ganas de ir a pescar, entonces me dijo que al otro día en la mañana iríamos a pescar con otroscuatro amigos y un “Maestro” de la pesca, un guía que conocía el Mar como la palma de sus manos.
Entre tantas cosas se terminó un viernes intenso de trabajo. Llegué a casa y estaban todos con una sonrisa de oreja a oreja como siempre, esperándome para cenar. Mi esposa Catalina hizo un delicioso plato de comida que generalmente no solía hacer; por lo que recuerdo, lo hacía solo en ocasiones deencuentros familiares importantes.
Pasamos una linda noche, mis hijos, Clara (que hasta ese entonces tenía 14 años) y Rubén (quien tenía 11 años) me contaron como pasaron el día en la escuela, en el club y luego en casa. Mi esposa me pregunto que haría al otro día, y yo le conté que iría a pescar con amigos, ella me dijo que vaya porque sería una experiencia única, pero me pidió que algún día lalleve al Mar. Y me dijo que tenga cuidado y que use salvavidas antes de salir.
Al otro día, me levanté fui a buscar la vieja caña de mi padre, una caña de pescar que me traía muchos recuerdos.
Salude a mi familia, sin saber que quizás sería la última vez que los vería.
Me pasó a buscar Fernando, y fuimos juntos hasta la costa, adonde ya estaban los otros esperándonos. Allí también estaba el“Maestro Cabrera”, un sabio del mar, amigo de la naturaleza, era un señor grande de edad, pero de condiciones físicas y mentales admirables.
Preparamos las cañas y los anzuelos, y nos subimos a “Tutte”, la pequeña embarcación del Maestro.
Ya en el Mar, me di cuenta de que era un día increíble, un hermoso día de sol, veía el agua transparente con peces pasando por debajo de nosotros, espectacular.Almorzamos unos sándwiches que habíamos traído, estaban muy buenos, sobre todo por el hambre que teníamos, ya que ya habían pasado cuatro horas de nuestra pesca, y no habíamos sacado nada, a excepción del Maestro que sacaba lindas presas.
Al llegar la tarde noté que ya no se veía más la playa, estábamos solos, nosotros y el mar, era muy lindo, pero luego de un rato me di cuenta que Cabrera sentía algo,mire hacia el cielo y vi una serie de nubes que se avecinaban, e inmediatamente comprobé que el mar estaba más movido. Todos notamos lo mismo, entonces el Maestro decidió guardar todo y volver. Pero ya era muy tarde. Cuando nos dimos cuenta, estaba cerca nuestro una ola de ocho metros creo yo, nunca había visto nada igual, era impresionante, no sabíamos que hacer, tratamos de arrancar con elbarco y éste no respondía, no llegábamos a intentarlo dos veces entonces algunos se tiraron al mar y empezaron a nadar, pero yo no hice eso, me quede arriba del barco con Fernando y el Maestro, quienes luego se tiraron también, pero yo seguía arriba, hasta que llegó la ola, y se abalanzó sobre la embarcación, y sentí que estaba dentro de un lavarropas, sentía corrientes de todas partes y no podíasalir a la superficie, hasta que al cabo de unos segundos estaba arriba de vuelta, pero el pequeño barco ya no estaba, solo quedaban restos de él, y tampoco vi a nadie, solo a Fernando, quien estaba sostenido de un madero, uno de los restos de la embarcación. Fui nadando hacia él, quien todavía no reaccionaba sobre lo que había pasado. Comenzó a llover muy fuerte, con mucha intensidad, y el mar...