Napoleón.



1. Introducción: el legado de la Revolución.

Napoleón fue hijo de la Revolución y de ella recibió de herencia el instrumento de sus triunfos: el ejército. Ciertamente, en 1789, como buen patriota, vio en la crisis francesa la ocasión tan esperada para sacudir el yugo de la monarquía de Luis XVI. Por otra parte, desde 1804 se alejó cada vez más de los principios revolucionarios llegandoincluso a exhumar el derecho divino de los reyes bajo nuevas formas de la democracia; pero aún así, el vínculo que unía su régimen a la Revolución y que hacía de él el garante de las conquistas, no se rompió jamás.

Ninguno de sus enemigos olvidó nunca los orígenes y la naturaleza de su poder. Su personalidad de estratega, de hombre político y de estadista está totalmente vinculada a laexperiencia de los acontecimientos revolucionarios, que representan el transfondo histórico en el que sobresale su figura.
Antes de examinar en su distintos aspectos la vida y obra de Napoleón, se hace necesario recorrer el desarrollo del proceso revolucionario. Naturalmente aquí solo es posible ofrecer un rápido esbozo, esquemático y somero, centrado sobre todo en las principales etapas del procesorevolucionario, con el fin de ofrecer referencias esenciales.


Dividida en tres estamentos (nobleza, clero y Tercer Estado), la sociedad francesa del Antiguo Régimen se basaba en una jerarquía social por la cual los derechos de y prerrogativas de cada uno de ellos variaban según el grupo al que se perteneciera por nacimiento.
La nobleza (300.000 miembros aproximadamente) disfrutaba deimportantes privilegios honoríficos, económicos y fiscales, y además tenía el monopolio de los cargos más importantes del ejército, de la magistratura y de la Iglesia. En el ámbito del clero (130.000 miembros aproximadamente), solo los altos prelados (obispos, abades y canónigos), reclutados una vez más entre las filas de la nobleza, pertenecía a la élite de los privilegiados. En una sociedad todavíaprevalentemente rural (el 85% de la población vivía en el campo), el predominio social de los privilegiados quedaba de manifiesto en la distribución de la propiedad de la tierra: nobles y clero (el 2% de la población) poseían más de dos tercios de la tierra, por lo que la estructura social gravaban los residuos del sistema feudal. La hostilidad contra el feudalismo unía a los distintos componentesdel Tercer Estado.
Este último grupo social abarcaba a todos los franceses que no era nobles ni eclesiásticos; en la práctica la mayoría de la población (unos 28 millones aproximadamente). En esta masa extremadamente heterogénea, la parte más activa y consciente era la burguesía (empresarios, porpietarios, comerciales, rentistas, miembros de las profesiones liberales, intelectuales). Era un grupono homogéneo pero que había ido ampliándose notablemente a lo largo del siglo y que consideraba cada vez más injustos y anacrónicos los privilegios de los dos primeros estamentos

La causa inmediata de la Revolución fue una grave crisis financiera, agudizada por los enormes gastos efectuados para apoyar a la rebelión de las colonias inglesas de América del Norte, pero debida sobre todo a laineficiencia y la irracionalidad del sistema tributario. Lo más grave era el peso de la deuda pública, cuyo intereses absorbían más de la mitad del presupuesto. Para lograr el saneamiento financiero, era necesario que pagasen impuestos los estamentos privilegiados, la nobleza y el clero, que estaban exentos de ellos. La revuelta aristocrática del bienio de 1787-1788 fue la auténtica antesala de laRevolución y se concretó en el plano institucional en la petición de convocatoria de las Estados Generales, la institución que, reuniendo a los representates de los tres estamentos, era el único órgano legitimado para aceptar la imposición de nuevos tributos. En realidad, el absolutismo monárquico había casi suprimido esta institución, que no había sido convocada desde hacía 175 años; pero el rey,...