Naturaleza e Importancia De La Dirección Espiritual

Curso de Espiritualidad
Tema: Naturaleza e importancia de la Dirección Espiritual.

Estimado en Cristo, Teófilo[1]:
Siendo tan elevado el doble fin de nuestra vida cristiana: la glorificación de Dios y, subordinado a éste, nuestra santificación personal; y considerando la fragilidad de nuestra naturaleza herida por el pecado, que tantoobstaculiza la consecución de los mismos, Dios concede a sus hijos, de modo ordinario, el don de la dirección espiritual como “el medio adecuado para conseguir el adelantamiento espiritual”[2]. Dice al respecto San Vicente Ferrer: “En general, todos los que han escalado las cumbres de la perfección, lo han conseguido por el camino de la obediencia, a menos que, por privilegio y gracia singular, Dios hayainstruido a algunas almas que no tuvieron quien las dirigiera”[3].

Se ve claramente que el alma nunca se conduce sola, puesto que Dios, ya directamente, ya mediante un hombre cuya ciencia, prudencia y caridad le habilitan como director espiritual, le instruye y dirige hacia los pastos de la verdadera santidad. El Papa León XIII enseñaba: “los quetratan de santificarse, por lo mismo que tratan de seguir un camino poco frecuentado, están más expuestos a extraviarse y por eso necesitan más que los otros un doctor y un guía”.[4] Dejémoslo bien en claro: El director espiritual es instrumento del Espíritu Santo en su influencia sobre nuestras almas, de tal modo que, en palabras del Papa Pío XII: “sin estos prudentes directores de conciencia, demodo ordinario, es muy difícil secundar convenientemente los impulsos del Espíritu Santo y de la gracia divina”. [5]

“Cualquiera comprende sin dificultad que, para realizar la ascensión de una montaña, es necesario un guía; lo mismo sucede cuando se trata de la ascensión espiritual a la cima de la perfección; y tanto más, cuanto que en este casohay que evitar los lazos que nos tiende alguien muy interesado en impedir que subamos”.[6]Dicho de otro modo: “Si no levantarías sin un arquitecto una buena casa para vivir en la tierra, ¿cómo quieres levantar sin director espiritual el alcázar de tu santificación para vivir eternamente en el cielo?”.[7]

Has de recordar cómo el joven Tobías, cuando oyó que le mandaban ir a Ragués, replicódiciendo: “Yo no sé el camino”. “Ve, pues –le dijo su padre- y busca algún hombre que te guíe”. (Tob. 5, 2-3) La Sagrada Escritura nos narra también que hasta S. Pablo recibió un guía del Señor. En el momento de su conversión, Jesús, en lugar de revelarle directamente su voluntad, le envió a Ananías, en Damasco, para que aprendiera de su boca lo que debía hacer. (Hech. 9,6)Ahora bien, para comprender la necesidad de la dirección espiritual, retomemos aquél principio del cual te hablaba anteriormente: “el alma nunca se conduce sola”. Y esto debido a tres motivos principales, a saber: por nuestra subjetividad, por nuestro escaso conocimiento y limitada experiencia en torno a la vida espiritual, y en tercer lugar, por exigirlo la misma virtud de laprudencia.

Quisiera extenderme más en este punto, dado que te será de gran utilidad. He mencionado como primer motivo a “nuestra propia subjetividad”. Nadie es juez en su propia causa, en razón del secreto orgullo que puede hacernos desviar del camino recto. Casiano, en sus Conferencias, afirma que Aquél que se apoya en su propio juicio nunca llegará ala perfección, ni podrá evitar los lazos del demonio.[8] San Bernardo, por otra parte, en una de sus cartas escribía: “Aquél que se constituye en maestro de sí propio se hace discípulo de un necio”.[9] Además, lo que podemos ver de claro en una situación ajena, puede ofuscarse en nuestro propio caso. Y es que no podemos prescindir de ciertos factores que afectan el dictamen de nuestra razón:...