Niños de shoá

Auschwitz, Polonia, 27 de enero. Desafiando temperaturas bajo cero y una tormenta de nieve, sobrevivientes octogenarios y líderes mundiales se reunieron este jueves para una emotiva, y a veces discordante, ceremonia que se llevó a cabo dentro del más mortalmente eficiente campo de exterminio nazi.

El presidente ruso Vladimir Putin, el vicepresidente estadunidense Dick Cheney, el príncipeEduardo de Inglaterra y el presidente Jacques Chirac, de Francia, figuraron entre los representantes de 40 países que asistieron a la conmemoración de cuatro horas por el 60 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, por el Ejército Rojo.

Hablando a unos metros de distancia de los escombros que quedaron de las cámaras de gas en que murieron al menos un millón depersonas, una serie de políticos y dirigentes religiosos -demasiados, considerando el clima y la edad de los sobrevivientes- hicieron pronunciamientos solemnes en el sentido de que el antisemitismo no será tolerado y que no se permitirá que el Holocausto se repita.

La ceremonia estuvo en el centro de los actos realizados en todo el mundo para recordar que entre 1939 y 1945 la Alemania nazi intentódestruir las que calificó de razas "indeseables", y llevó a la muerte a 5 millones, quizá hasta 6 millones de judíos, así como a cientos de miles de polacos y a decenas de miles de gitanos.

En Londres, mientras tanto, 600 sobrevivientes del Holocausto asistieron a un servicio religioso de conmemoración en el pa-lacio de Westminster, al que acudieron la reina Isabel II, el duque de Edimburgo, elprimer ministro británico, Tony Blair, el secretario del Interior, Charles Clarke, y las figuras principales de la comunidad judía de Gran Bretaña, así como representantes de otras religiones.

Sesenta de los sobrevivientes, muchos de ellos de aspecto frágil y llevando soli-deos, encendieron veladoras para marcar con cada una de ellas el año que ha transcurrido desde la liberación. Se pudo vera al-gunos enjugar las lágrimas después de cumplir esta tarea.

Durante el conmovedor y sombrío servicio, el doctor Jonathan Sacks, el rabino de más alto rango en Gran Bretaña, afirmó que el Holocausto fue "el más grande crimen del hombre contra el hombre (...) Lloramos por una generación asesinada: los jóvenes, los ancianos, los inocentes, el millón y me-dio de niños, asesinados con gas,quemados y convertidos en ceniza, solamente porque eran diferentes".

Blair dijo que no hay necesidad de recordarle a los sobrevivientes respecto de la importancia de esta fecha que marcó a la humanidad, pero las nuevas generación po-drían preguntarse cuál es la relevancia, para ellas, de esta conmemoración.

"Nos recuerda un sufrimiento más allá de lo imaginable, no sólo por la miserable yespantosa crueldad padecida por las víctimas del Holocausto, sino por la forma en que fue infligida", dijo. "Fue una industria de la muerte, no sólo la destrucción de la vida humana, sino de la esencia humana, perpetrada con una barbarie que apenas podemos contemplar".

El momento más emotivo en el campo de Auschwitz-Birkenau ocurrió fuera de programa. Una sobreviviente de Auschwitz, posiblementeinconforme por el tono formal de la prolongada ceremonia, se apropió del micrófono para expresar su ira desconcertada que durante seis décadas nunca lo-gró aplacarse.

La mujer, vestida de blanco y con una estrella de David, dijo: "Yo fui un número. ¿Por qué? ¿Por qué quemaron a mi nación? Nunca volverá a suceder. Yo estuve de pie, desnuda en este campo, cuando tenía 16 años... Aquí estoy parada,nuevamente".

Su voz entrecortada desapareció en la tormenta de nieve.

Más de 300 sobrevivientes de Auschwitz -la mayoría de ellos octogenarios- asistieron a la ceremonia celebrada en el monumento internacional construido entre las ruinas del crematorio número dos y el crematorio número tres en el campo de exterminio de Birkenau.

Estas eran las más avanzadas y efectivas cámaras de gas...