ni hombre ni mujer
Más de un mito se presta a la profundización del problema metafísico del sexo. Entre ellos, elegiremos uno que, para los occidentales, se encuentra relativamente entre losmenos lejanos, advirtiendo sin embargo que los mismos significados se encuentran igualmente contenidos en mitos pertenecientes a otras culturas. Como base, tomaremos pues cuanto se encuentra contenidoen el Banquete de Platón. Aquí se encuentran propiamente, mezcladas al mito, dos teorías del amor que, respectivamente, son expuestas por Aristófanes y Diotima. Veremos cómo las dos teorías secomplementan en cierto modo, iluminando las antinomias y la problemática del eros. La primera teoría concierne al mito del andrógino. Como para casi todos los mitos intercalados por Platón en su filosofía,también para éste se debe suponer un origen mistérico e iniciático. En efecto, el mismo tema circula subterráneamente en una literatura bastante variada, desde los antiguos ambientes miteriosóficosy gnósticos hasta a autores del Medievo y de los primeros siglos de la misma era moderna. Temas correspondientes encuéntranse también fuera de nuestro continente.
Según Platón (El Banquete), existióuna raza primordial, "cuya esencia está ahora extinguida", raza de seres que contenían en sí los dos principios, masculinó y femenino. Los componentes de tal raza andrógina "eran extraordinarios porsu fuerza y su audacia, y alimentaban en su corazón orgullosos propósitos, hasta los de atacar a los propios dioses". También a ella le está atribuída la tradición referida por Homero a propósito deOto y Efialte, es decir, la tentativa de escalar el cielo para atacar a los dioses. Es el mismo tema del ibris de los Titanes y los Gigantes; es el tema prometeico y el que se encuentran en tantosotros mitos; en cierto modo, en el mismo mito bíblico del Edén y de Adán, en cuanto en él figura la promesa de "llegar a ser semejante a los dioses" (Génesis, III, 5).
En Platón, los dioses no fulminan...
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