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Caro Ciro, de algún punto debe arrancar nuestro dialogo, ese que tantas veces hemos querido realizar y que hoy emprende su andadura; por ello me parece oportuno, que para darnosuna justificación, un argumento, quizá sea conveniente partir del “origen del todo”; en consecuencia, tal vez debamos hacer partir nuestro dialogo de un hecho como “la vida”. Así pues, como te anuncié,empezaré a departir acerca de “la vida”, intentaré dialogar contigo, querido amigo, acerca de tan compleja realidad, sobre la cual tanto y tanto ha sido dicho y tanto y tanto aún se dirá.
Tu biensabes que no es nuestra intención, en esta sede, resolver nada; quiero decir que, con esta actividad que hemos decidido emprender, no aspiramos más que a contrastar modestamente ciertas ideas de lasque, a veces, ya personalmente y en privado, hemos debatido y argumentado. Ahora lo que cambia es que queremos abrir al mundo -quiero decir, a todo aquel que quiera acercarse hasta este espacio virtualdonde, como en otro tiempo y otros espacios ocurriese, ahora se desarrollará nuestra conversación- nuestro debate.
Hablemos de la vida, pues. Quiero empezar este turno por lo más básico, por lomás elemental: la vida desde su perspectiva más simple o material, la vida como una realidad biológica. Desde este punto de vista considero que la vida pueda definirse como: la cualidad física esencialde los seres orgánicos, mediante la cual pueden -a través de complicadas reacciones bioquímicas- desarrollarse, reproducirse y -fundamentalmente- transmitir los principios orgánicos sobre los que sefundamenta su biológico “ser”.
Hacia el año 1983 o 1984 -ahora no acierto a recordarlo bien- leí el libro de Richard Dawkins; ya sabes, el que lleva por título “El gen egoísta” -la versión inglesatenía como título The Selfish Gene y fue publicada en el 1976-. En este momento me vienen a la mente tantas y tantas cosas que Dawkins ha sostenido en el citado libro. Ya se que tu pensaras que este...
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