No soy un aculturado

NO SOY UN ACULTURADO

“Yo no soy un aculturado; yo soy un peruano que orgullosamente, como un demonio feliz habla en cristiano y en indio, en español yen quechua”.

Estas palabras hacen más que evidente el conocimiento profundo que Arguedas tuvo del indígena; al vivir en sus comunidades y asimilar suscostumbres, pudo finalmente asumir su cultura y ofrecernos una visión fidedigna de la misma.
Se preocupó por poner ante los reflectores la sabiduría y elarte del Perú indígena, para que el proceso de cambio social y económico que vivía el país lo incluyera y reconociera como parte de la cultura nacional. Nosinvita a pensar en esta sabiduría, desarrollarla y recrearla críticamente.
Esa particular manera de construir la modernidad reconociendo que en lasdiversas culturas del Perú se condensan tradición y universalidad, una gran capacidad de conservar y de adaptarse, de ser permeable y preservar la identidad, sesigue enfrentando a otra que hoy asume la forma de homogeneidad, inserción en el mundo globalizado, aceptación de la idea de superiores e inferiores ydesaparición de pueblos y culturas como efecto de un tipo de crecimiento.
Finalmente conviene recordar, en el marco de la celebración por sus cien años denacimiento, una de las vertientes más firmes, originales y actuales de su pensamiento: su denodado esfuerzo por volcar en la corriente de la sabiduría y elarte del Perú criollo actual el caudal del arte y la sabiduría de un pueblo al que se consideraba degenerado, debilitado o “extraño” e “impenetrable”.