NUESTRAS POBRES CARRETERAS

NUESTRAS POBRES CARRETERAS
Transitar por Colombia es muy difícil. Las carreteras son muy malas y angostas, como todo el mundo sabe. Infortunadamente los importadores y fabricantes de camiones largos para carga muy pesada empeoran el asunto. Tienen buenos asesores, con las horas necesarias y los conocimientos para ganar la discusión. El Estado hace tiempo fue desplazado. Las reglamentaciones queprohíben la importación y fabricación de vehículos muy grandes no se acatan, porque siguen llegando por cantidades a un país con pocas y malas vías de comunicación terrestre.
El peligro para los automovilistas es muy grande porque a menudo se encuentran de frente con un enorme aparato del tamaño de un edificio, que tiene que tomar la curva por toda la izquierda para que las ruedas de la enormetracto-mula sigan por la carretera. Por eso hay accidentes fatales a diario. Sencillamente este tipo de transporte no es apto para Colombia. No caben. Está bien para otros países con grandes espacios planos y poco tráfico. Como Australia, por ejemplo.
Aquí las carreteras, que más bien son caminos, no pueden durar mientras circulen esos vehículos de tanto peso. Las arreglan un poco después de hacer unesfuerzo económico grande, pero al poco tiempo están nuevamente en pésimas condiciones. Es que el pavimento no soporta tanto peso y entonces se deteriora rápidamente. Los bordes son quebrados por las enormes llantas de los seis ejes, que destrozan sin que los dueños ni los conductores piensen en el daño tan grave causado. Estos largos camiones no son aptos para nuestras montañas, porquesencillamente las curvas son tan estrechas y cerradas que solo pueden girar con dificultad.
Lástima que los fabricantes y quienes importan las tracto-mulas piensen tan poco en los demás. Se apoderaron del sector y el gobierno es débil junto a ellos. El personal del ministerio es más bien poco y, según dicen, no pueden dedicar todo su tiempo a un solo problema. Por esto muchas veces los particularesterminan haciendo lo que más les conviene. Ahora, como otras veces, tenemos un buen ministro del ramo. El y su equipo hacen todo lo posible por mejorar las pocas e incipientes vías. Pero cuentan con un bajo presupuesto, que debe repartirse por todo lo ancho y largo de un país pobre y subdesarrollado, como consecuencia de la administración deficiente. Hay pocos fondos para sostener muchos kilómetros decarretera. Por eso mismo se deben cuidar.
Un gobierno débil es lo peor que puede pasarle a un pueblo, porque se convierte en cómplice. A veces los gremios terminan poniendo las condiciones, que es lo sucedido con el transporte en general. Quien transita por el territorio nacional ve con toda claridad que lo anterior sucede a diario, porque no hay autoridad que haga respetar a los demás. Ojalá elgobierno fuera mucho más decidido, porque está en la obligación de defender a las mayorías que también utilizan las carreteras colombianas, muy angostas, llenas de baches, y con curvas peligrosas especialmente en los trayectos de montaña.






Si en Colombia el túnel de la línea y la doble calzada Bogotá-Girardot estuvieran totalmente terminadas, si 50.000 kilómetros de vías terciaras se recuperarandespués de cada invierno y si El Charco (Nariño) contara con 12 horas de luz, entonces tendríamos porqué creernos los colosos del norte frente a Ecuador. Entre tanto, los hermanos del sur, en menos de siete años, han disfrutado del desarrollo e infraestructura de su país y hoy gozan de una calidad de vida que Colombia envidia y sueña con resignación.
La última edición de la Revista Dinero tieneen su portada al presidente de Ecuador, Rafael Correa, un hombre aparentemente temperamental, fuerte de carácter y con cara de pocos amigos. En marzo del 2008, tras la muerte de Raúl Reyes en un campamento en la provincia Sucumbíos (Ecuador), los colombianos vimos a un presidente Correa vehemente y beligerante en contra del gobierno de Colombia por la acción militar que acabó con la vida del...