Obra la vida es sueño
que corriste parejas con el viento,
¿dónde, rayo sin llama,
pájaro sin matiz, pez sin escama,
y bruto sin instinto
natural, al confuso laberinto
de esas desnudas peñas
te desbocas, te arrastras y despeñas? Mal, Polonia, recibes
a un extranjero, pues con sangre escribes
su entrada en tus arenas,
y a penas llega, cuando llega apenas. Bien mi suertelo dice;
mas ¿donde halló piedad un infelice? | |
Sale Clarín, gracioso.
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CLARÍN | Di dos, y no me dejes
en la posada a mí cuando te quejes;
que si dos hemos sido
los que de nuestra patria hemos salido
a probar aventuras;
dos los que, entre desdichas y locuras,
aquí habemos llegado,
y dos los que del monte hemos rodado,
¿no es razón que yo sienta
meterme enel pesar, y no en la cuenta?
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ROSAURA | No quise darte parte
en mis quejas, Clarín, por no quitarte,
llorando tu desvelo,
el derecho que tienes al consuelo;
que tanto gusto había
en quejarse, un filósofo decía,
que, a trueco de quejarse,
habían las desdichas de buscarse.
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CLARÍN | El filósofo era
un borracho barbón; ¡oh, quién le diera
más de mil bofetadas!Quejárase después de muy bien dadas.
Mas, ¿qué haremos, señora,
a pie, solos, perdidos y a esta hora,
en un desierto monte
cuando se parte el sol a otro horizonte?
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ROSAURA | ¿Quién ha visto sucesos tan extraños?
Mas si la vista no padece engaños
que hace la fantasía,
a la medrosa luz que aún tiene el día
me parece que veo
un edificio.
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CLARÍN | O miente mi deseo,
o termino las señas.
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ROSAURA | Rústico nace entre desnudas peñas
un palacio tan breve,
que el sol apenas a mirar se atreve.
Con tan rudo artificio
la arquitectura está de su edificio,
que parece, a las plantas
de tantas rocas y de peñas tantas
que al sol tocan la lumbre,
peñasco que ha rodado de la cumbre.
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CLARÍN | Vámonos acercando,
que éste esmucho mirar, señora, cuando
es mejor que la gente
que habita en ella, generosamente
nos admita.
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ROSAURA | La puerta
(mejor diré funesta boca) abierta
está, y desde su centro
nace la noche, pues la engendra dentro. | |
Suena ruido de cadenas.
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CLARÍN | ¡Qué es lo que escucho, cielo!
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ROSAURA | Inmóvil bulto soy de fuego yhielo.
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CLARÍN | Cadenita hay que suena,
mátenme, si no es galeote en pena;
bien mi temor lo dice. | |
LA VIDA ES SUEÑO - JORNADA I - ESCENA II
SEGISMUNDO | ¡Ay mísero de mí, y ay, infelice!
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ROSAURA | ¡Qué triste voz escucho!
Con nuevas penas y tormentos lucho.
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CLARÍN | Yo con nuevos temores.
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ROSAURA | ¡Clarín!
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CLARÍN | ¡Señora!
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ROSAURA | Huygamos los rigores
desta encantada torre.
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CLARÍN | Yo aún no tengo
ánimo de huir, cuando a eso vengo.
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ROSAURA | ¿No es breve luz aquella
caduca exhalación, pálida estrella,
que en trémulos desmayos,
pulsando ardores y latiendo rayos,
hace más tenebrosala obscura habitación con luz dudosa? Sí, pues a sus reflejos
puedo determinar (aunque de lejos)
una prisión obscura,
que es de un vivo cadáver sepultura,
y porque más me asombre,
en el traje de fiera yace un hombre
de prisiones cargado
y sólo de la luz acompañado. Pues huir no podemos,
desde aquí sus desdichas escuchemos;
sepamos lo que dice. | |
DescúbreseSegismundo con una cadena y la luz, vestido de pieles. | |
SEGISMUNDO | ¡Ay mísero de mí, y ay, infelice! Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así
qué delito cometí
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido. Sólo quisiera...
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