Origenes del m-19

Martin Villamil Montero
Al hacer un permeo en los artículos de uno de los diarios más solicitados de la época en el país, “El Espectador”: encontramos que la mayoría de columnistas que reportaronla toma del M-19 al palacio de Justicia, además de hacer un paneo sobre la situación y la operación militar, en la cual se incluyeron tanques, un cerco militar, dramáticos rescates y se da unainformación parcial de lo que fue la toma guerrillera, también se exponen elementos que sobresalen e impactan a cualquier lector; así lo vemos en el artículo de Hernán Unas, donde expone en sus columnas laangustia y el desespero de los secuestrados y que a través del testimonio de Ramiro Borja, donde dice que “esto continua siendo un infierno…”_ _se convierte en la base de las diferentes manifestacionesde ansiedad, inquietud y desazón que producía un altercado como estos en la capital de Colombia. Como si fuera poco utilizando una secuencia visual de fotos en la que un peatón cae herido por unabala perdida en los salvajes tiroteos de metralleta que se desencadenaron durante toda la toma, y que finalmente es auxiliado por dos agentes de la Policía, ayudan a esclarecer ese reportaje puntual quequería dar una perspectiva de lo que se vivía por fuera, en consecuencia de lo de adentro (en el Palacio de Justicia) en ese momento.
Asimismo encontramos tres interpretaciones más. A lo largo deltexto podemos distinguir cómo “EL Espectador” expone las declaraciones del gobierno y del presidente Betancur, reproduciendo que daban por terminada la opción de una negociación pacífica con laguerrilla y hacían imperdonables los actos sangrientos y terroríficos cometidos por estos. A su vez asociamos a éste las Fuerzas Militares y a la Policía Nacional que fueron los que “pudieron controlar lasituación” y “rescatar a las personas retenidas por el M-19”. Al otro lado tenemos a la guerrilla del M-19; tan sólo 27 hombres armados que lograron tomar un lugar tan significativo para el gobierno...