Pagliacci Verismo Christian Ibarra

El Verismo, a través de Pagliacci.
Christian Luis Ibarra Zuviría
Escuela Superior de Artes de Yucatán
Lic. Juan Carlos Cervera
Una combinación absurda: ópera y realidad.
E. Mordden

La historia del desarrollo del género musical denominado “ópera” merece una consideración
especial. Siendo considerado el canto como la primera expresión musical humana, su relevancia es
intrínseca e insoslayable. Sibien es cierto que la ópera es solo uno de tantos estilos en el universo
vocal, podríamos decir que es, hasta donde lo podemos entender, el más conscientemente desarrollado,
por la responsabilidad y perseverancia que los grandes compositores de todo el mundo han invertido en
él.
En este ensayo se analizarán, aunque no de manera exhaustiva pero sí didáctica, las principales
características delVerismo, estilo operístico surgido en Italia a fines del siglo XIX. Para fines prácticos,
se realizará a través de una de las obras más representativas pertenecientes a dicho estilo: “Pagliacci”
(Payasos), compuesta por Ruggiero Leoncavallo y estrenada en Milán en 1892.

Contexto histórico e influencias.
El Naturalismo.
La ópera es, evidentemente, ficción. Un drama musicalizado por entero, adornadopor todos los
recursos escénicos y teatrales. Por lo tanto, desde su surgimiento en el siglo XVII había sido reservado
para la representación de mitología (como la griega), leyendas, cuentos épicos, obras alegóricas de
grandes escritores a través de la historia. No es de extrañarse tal hecho, pues si en el teatro se pueden
usar recursos que logren simular acciones, sucesos y personajessobrenaturales, no podemos esperar
menos que la representación de historias sobrenaturales también. Esta característica es ampliamente
utilizada en el período romántico, pues desde Carl Maria von Weber hasta Richard Wagner y Giuseppe
Verdi, pasando por los representantes del bel canto italiano (Gioacchino Rossini, Gaetano Donizetti,
Vincenzo Bellini), adaptaron para sus libretos este tipo de relatos, que sibien no todos eran de índole
puramente fantástica o mítica, subrayaban eventos, circunstancias y actitudes no cotidianos.
Sin embargo, la naturalidad de la evolución del arte hizo que se llevara a un extremo tal la
utilización de estos recursos, que en varias regiones de Europa se buscara algo diferente:
Wagner y Verdi han hecho sus contribuciones individuales, pero el vacío que
han dejado no puedeser ocupado inmediatamente [...], de modo que la ópera de fines
del siglo XIX está huérfana de nuevas ideas. El arte operístico, atrapado entre la
mitología wagneriana y el melodramma verdiano, se inclina demasiado hacia lo
grandioso, asignando mayor importancia a las variantes técnicas de la música que a las
variantes verbales. Si observamos las obras creadas entre 1870 y 1880 nos encontramoscon los mismos imbroglios amorosos de nobles orgullosos que componían la temática
de Handel y Rossini, alternados con los cuentos de hadas alemanes y las novedades
exóticas y francesas y, en Inglaterra, Sullivan, sin la colaboración satírica de Gilbert,
compuso el Ivanhoe (1891) de Scott. Por lo tanto, estamos en una encrucijada, y la
necesitamos; la ópera se ha tornado demasiado operística,demasiado fantasiosa. ¿Qué
puede renovarla? El naturalismo.
(Mordden, p. 242)

Es así, como una reacción, que el naturalismo entra -literalmente- en escena. A pesar de
aparentemente ser contrario a la naturaleza de la ópera, ésta se convierte en un eco de las revoluciones

naturalistas que están ocurriendo en Rusia y Francia, donde la pujanza del nacionalismo deriva en
plasmar de manera cruda y nadasuavizada la realidad de la sociedad. De hecho, los movimientos
artísticos relacionados con el naturalismo tienen un gran contenido de denuncia social, situación
perfectamente palpalbe en el escritor italiano Giovanni Verga (1840-1922), que es considerado el
primer representante literario del verismo. Verga se decepcionó de la enorme diferencia entra las clases
sociales que observó al experimentar...