Palabras mas, palabras menos (revista muy interesante)
El resto son neologismos,términos que surgen para definir nuevos objetos o realidades. De la mayoría se pierde el rastro de su autoría, pero de otros ha quedado muy clara la constancia de su paternidad.Por ejemplo, penicilina es una palabra que debemos a Alexander Fleming, como libido a Sigmund Freud y burocracia a Max Weber, que la ideó a partir del alemán büro, oficina.Esta voz es mía
En su libro El lenguaje de la publicidad, Eulalio Ferrer hace una lista de estas palabras que han tenido un dueño claro; aquellas que han sido descubiertas,inventadas o acuñadas por algunas personalidades ilustres del mundo de la cultura hispanoamericana. Cita, por ejemplo, a Quevedo y dos de sus hallazgos, suegrería y deshombrearse; aUnamuno, que creó yoización y nivola, neologismo con el que definió sus propias obras, para alejarlas de las tradicionales novelas. También cita a Ortega y Gasset, autor deaspirinizar y verbipotente, mientras que Octavio Paz ideó soledumbre y polvóreo. Son igualmente curiosas las aportaciones de Neruda, crepusculario; Cela, gluteofobia, o CarlosFuentes, pepsicóalt, una suerte de animal mitológico. Hay más: Ramón Gómez de la Serna inventó moribundia; Antonio Machado, otredad; García Márquez, un verbo, palabrear, y elflamante premio Cervantes de este año, el escritor mexicano José Emilio Pacheco, que viendo la habilidad de algunos gobernantes pasó de emperador a empeorador. Todo un hallazgo.
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