Participación política popular.

PARTICIPACIÓN POLÍTICA POPULAR EN CHILE. UNA MIRADA HISTORIOGRÁFICA.
Felipe Escalona, alumno tesista Universidad de Valparaíso.
sithawa@hotmail.com
El estudio de las clases populares y su relación con la política ha llamado la atención de los
historiadores chilenos desde la segunda mitad del siglo XX. Hasta allí los cientistas sociales
omitieron o negaron la participación política deaquellos que no pertenecieron a la elite social. Todo
el panteón de historiadores decimonónicos, comandados por Barros Arana, no se molestó en
cuestionarse tal participación y sin mas, catalogaron a los pobres del país de indiferentes,
ignorantes, incapacitados, bárbaros, inútiles, apáticos, masa inerte y sin conciencia. Así de modo
categórico y sin pudor, se produjo una doble exclusión en el relato.No se hacia referencia a las
masas ni se estimaba el accionar político popular. Solo los ricos parecieran gozar del privilegio de
ser históricos. “La historia (conservadora) de Chile, señaló Gabriel Salazar (1989: 11), ha ejecutado
una desigual distribución de la conciencia histórica entre los chilenos. Como resultado, algunos
chilenos son más ‘históricos’ que otros.” A pesar de estasomisiones, desde mediados del siglo XX la
preocupación de los historiadores ‘marxistas clásicos’ logró colocar el tema de la participación
política popular y, más globalmente, el estudio de la historia social en un lugar central dentro de la
discusión historiográfica nacional. Los trabajos realizados por estos historiadores giraron en torno a
la clase obrera y sus luchas sociales, considerada como laúnica clase revolucionaria capaz de
derrotar al capitalismo y llevar a cabo la dictadura del proletariado (Rojas, 2000. Quiroga, 2009.
Salazar, 2003.) Uno de sus principales exponentes fue Ramírez Necochea. En su obra sobre el
movimiento obrero en Chile, concluyó: “El proletariado es en Chile- lo mismo que en todo el mundola clase a la que pertenece el porvenir.” (1956, Citado por Grez, 2005a:19) Sin entrar en una
discusión mas profunda sobre este tema, se puede visualizar un severo sesgo epistemológico que
elimina a gran parte de la masa del proceso histórico fundamental.
Como vemos, la incorporación de las clases populares al estudio de la participación política
se hizo de manera segregada y desde el análisis de instituciones con un alto grado de organización
y proyección, loque dejó fuera a campesinos, peones y a todos aquellos que, por algún motivo,
miraron con desconfianza enrolarse en las limitadas, ordenadas y normadas filas de una institución.
También se excluyó a mujeres, trabajadores infantiles y mapuches. Se había hecho un esfuerzo de
inclusión, pero fue limitado.

El golpe de Estado de 1973 rompió con el desarrollo ‘normal’ de la historiografía de lasclases populares. Asesinatos, torturas, represión, encarcelamiento y exilios fueron la principal arma
utilizada desde el aparato estatal para eliminar al ‘enemigo interno’ y con ello desechar cualquier tipo
de estudio historiográfico opositor al nuevo régimen. “Y se volvió a situar, afirmó León, con la fuerza
brutal del Estado, la visión histórica oligárquica del pasado nacional.” (2010: 79)Por esta razón, la
mayoría de los avances dentro de la historia social vinieron desde los campos de concentración y el
exilio. Fue el caso de la ‘Nueva historia’. Los conceptos, metodologías y enfoques que desarrolló se
erigieron en directa contraposición a los planteados en los sesenta por la historiografía marxista
clásica. Si bien la ‘Nueva Historia’ reconoció que los primeros estudios de lasclases populares
fueron realizados por la corriente marxista clásica, su crítica se concentró en la forma de abordar
este análisis. La clase obrera moderna fue el sujeto de investigación fundamental de los estudios
Marxistas, sus luchas dentro del partido o el sindicato, las rencillas políticas por la obtención de
cuotas de poder, el desarrollo de la conciencia de clase, la militancia...