Paráfrasis Todos santos, día de muertos
Los ritos que celebran su extinción están destinados a provocar su renacimiento, la fiesta es una de las formas económicas más antiguas y es ante todo el advenimiento de lo insólito, con ellas se introduce una lógica, una moral, y hasta la economía. Los personajes que intervienen abandonan su rasgo humano o social y se transforman en vivas, aunque efímeras, representaciones. Ytodo pasa como si no fuera cierto. En ciertas fiestas desaparece la noción misma de orden. El caos regresa y reina la licencia. Todo se permite: desaparecen las jerarquías habituales, las distinciones sociales, los sexos, las clases, los gremios. Los hombres se disfrazan de mujeres, los señores de esclavos, los pobres de ricos. Se ridiculiza al ejército, al clero, a la magistratura. Gobiernan losniños o los locos. Se cometen profanaciones rituales, sacrilegios obligatorios. El amor se vuelve promiscuo. A veces la fiesta se convierte en misa negra. Se violan reglamentos, hábitos, costumbres. La fiesta es una Revuelta. Todo se comunica, se mezcla la reunión de los elementos y principios contrarios para provocar el renacimiento de la vida. La fiesta niega a la sociedad en tanto que conjuntoorgánico de formas y principios diferenciados, pero la afirma en cuanto fuente de energía y creación, la sociedad comulga consigo misma en la fiesta. La estructura social se deshace y se crean nuevas formas de relación, reglas inesperadas, jerarquías caprichosas, cada quién se abandona y atraviesa por situaciones y lugares que habitualmente le estaban vedados. Todos forman parte de la fiesta,todos se disuelven en su torbellino.
La fiesta es participación. Este rasgo la distingue finalmente de otros fenómenos y ceremonias: laica o religiosa, orgía o saturnal, la fiesta es un hecho social basado en la activa participación de los asistentes. Gracias a las fiestas el mexicano se abre, participa, comulga con sus semejantes y con los valores que dan sentido a su existencia religiosa opolítica; y significativo que un país triste tenga tantas fiestas alegres. Ellas nos liberan, así sea momentáneamente, de todos esos impulsos sin salida y de todas esas materias inflamables que guardamos en nuestro interior. Pero a diferencia de lo que ocurre en otras sociedades, la fiesta mexicana no es nada más un regreso a un estado original de indiferenciación y libertad; el mexicano no intentaregresar, sino salir de sí mismo, sobrepasarse.
Si en la vida diaria nos ocultamos a nosotros mismos, en el remolino de la fiesta nos disparamos. La violencia de nuestros festejos muestra hasta qué punto nuestro hermetismo nos cierra las vías de comunicación con el mundo. Nuestras fiestas, como nuestras confidencias, nuestros amores y nuestras tentativas para reordenar nuestra sociedad, son rupturas...
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