Pedagogía de la libertad
“Restauradores de la humanidad de ambos.
Ahí radica la gran tarea humanista
e histórica de los oprimidos:
liberarse a símismos y liberar a los opresores”
PAULO FREIRE
Un tropiezo no es caída
Cerca del desencantamiento.
Al encontrarme con la sentencia de Dufour: “La libertad como tal no existe; solo existenliberaciones […] Los nuevos individuos están más abandonados que libres”, no me quedó más que cuestionarme ¿Qué hemos venido buscando los hombres y mujeres esta ahora? ¿Algo que no existe? ¿Qué reivindicanlos grupos izquierdistas, feministas, etc.? ¿Por qué luchan los presos, los explotados? ¿Qué busca nuestra creatividad? ¿Una utopía?
Es así como la autora Ana Abramowski me introdujo en los tiemposque corren, haciéndome notar que existe una precariedad de los vínculos que nos sostenían como individuos, una experiencia combinada de inseguridad, incertidumbre y desprotección.
En esta coyunturaes que las palabras de Dufuor cobran un sentido drástico y certero. ¿Qué es sino la libertad para nosotros: esa sensación de hacer lo que quiera, cuando quiera, como quiera y donde quiera? ¿Pero, esesto posible? ¿Realmente, es ésto la libertad?
Según Ehrenberg, nos hemos convertido en seres sin guía, puestos todo el tiempo en situación de juzgar, decidir y construir nuestros propios referentes. Ysi esto es cierto, ¿no somos una sociedad que ofrece una libertad sin precedentes? ¿Qué nos hace sentir abandonados?
Pues, a pesar de que esa sensación de libertad nos impulsa a buscarla, sabemosque los otros no pueden desaparecer para poder ser libres, ya que si desaparecieran, no podríamos serlo. Necesito de los otros, de sus límites, de sus normas, para sentir la necesidad de liberarme.Esta contradicción habita en nosotros y actualmente ha llegado a invadir fronteras y vínculos que habían permanecido por siglos inalterados. Instituciones quebrantadas, normas que ya no importan...
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