Pedagogos

LEER Y ESCRIBIR EN UN MUNDO CAMBIANTE*
EMILIA FERREIRO
"Leer y escribir en un mundo cambiante",
en Novedades Educativas, año X11,
num. 115, julio de 2000, Buenos Aires,
Novedades Educativas, pp. 4-7.

Hubo una época, hace varios siglos, en que escribir y leer eran actividades profesionales. Quienes se destinaban a ellas aprendían un oficio, y a este oficio se dedicaban el resto de susdías.Los escribas, formaban un grupo de profesionales especializados en un arte particular: grabar en arcilla o en piedra, pintar en seda, tablillas de bambú o papiro lo que dictaban quienes tenían el poder (los que a veces no sabían leer, ni escribir).Todos los problemas de la alfabetización comenzaron cuando se decidió que escribir era una obligación y que leer no era señal de sabiduría. Múltiplestransmutaciones sufrieron los primeros textos de arcilla o de papiro hasta convertirse en libros reproducibles, transportables y fácilmente consultables. Los lectores se multiplicaron, los textos escritos se diversificaron, aparecieron nuevos modos de leer y nuevos modos de escribir. Leer y escribir son construcciones sociales. Cada época y cada circunstancia histórica da nuevo sentido a esosverbos “leer” y “escribir”. Sin embargo, la democratización de la lectura y la escritura se vio acompañada de una incapacidad radical para hacerla efectiva, ya que la escuela no ha acabado de apartarse de la antigua tradición: sigue tratando de enseñar una técnica y no de formar un hábito, tanto de leer como de escribir, con el placer que ambos generan.La ausencia de una "cultura letrada", no se haquerido entender como fracaso de la enseñanza sino del aprendizaje, (o sea, que la responsabilidad es exclusivamente del alumno), excluyendo al maestro, al sistema educativo y a la sociedad completa de tal situación.Pero el fracaso escolar es un fracaso de la alfabetización inicial, de cómo se enseñó a leer y escribir a una persona desde el principio. Además, esto también tiene que ver con lapobreza.Dos de los principales indicadores de dificultad para la alfabetización son la pobreza y la desnutrición. A pesar de cientos de | | prometedoras declaraciones de compromiso nacional e internacional, la humanidad ingresa al siglo XXI con unos mil millones de analfabetos en el mundo.Los países pobres (80%) no han superado el analfabetismo; los ricos (20%) han descubierto eliletrismo. ¿En qué consiste ese fenómeno del “iletrismo"? Es el nuevo nombre de una realidad muy simple: la escolaridad básica universal no asegura la práctica cotidiana de la lectura, ni el gusto por leer. Los países iletrados a pesar de haber asegurado ese mínimo de escolaridad básica, no han producido lectores.El tiempo de escolaridad obligatoria se alarga cada vez más, pero cada nivel educativoreprocha al precedente que los alumnos que reciben "no saben leer y escribir", y no pocas universidades tienen "talleres de lectura y redacción". Sin embargo tampoco forma lectores en sentido pleno. Total que estar "alfabetizado para seguir en el circuito escolar" no garantiza el estar alfabetizado para la vida ciudadana. En Europa distinguen cuidadosamente entre parámetros tales como: alfabetizadopara la calle; alfabetizado para el periódico; alfabetizado para libros informativos; alfabetizado para la literatura (clásica o contemporánea); etcétera. Pero eso es reconocer que la alfabetización escolar y la alfabetización necesaria para la vida son cosas independientes. Si la escuela no alfabetiza para la vida ¿para qué y para quien alfabetiza?El mundo laboral está cada vez más informatizado,y la escuela cada vez más empobrecida, desactualizada, y con maestros mal. La democracia, esa forma de gobierno a la cual todos apostamos, demanda, requiere individuos alfabetizados. Debemos seguir haciendo los esfuerzos necesarios para aumentar el número de lectores (lectores, no descifradores). En las primeras décadas del siglo XX parecía que "entender instrucciones simples y saber firmar"...