Per rural
Edición de l 2012
Históricamente el sector rural del Perú ha sido visto con una mezcla de condescendencia y apatía por el resto de la población. Para un país cuyocentro político y económico –Lima, la capital– vivió en función de sus relaciones con el resto de la costa, antes que de cara a los Andes, la presencia de ciudadanos rurales no fue objeto de mayoratención de parte del sector empresarial o estatal durante la mayor parte de la historia nacional.
En los últimos años, sin embargo, la situación parece estar cambiando de la mano de mejoras productivas enlas zonas rurales, acceso a telecomunicaciones, ejecución de proyectos de infraestructura rural, programas de transferencia condicionada y, sobre todo, inversión privada local, regional y nacional. Hoyel potencial económico de las casi ocho millones de personas que viven en el Perú rural –cuyos ingresos promedio han subido en más de 30% en los últimos ocho años– empieza a llamar la atención deempresarios de diversos rubros, desde el retail hasta el consumo masivo y las finanzas.
Esta edición de Perú Económico trata además diferentes aspectos puntuales de la problemática rural, como laevolución y distribución del poder en un contexto rural, el acceso al capital y los avances y retrocesos en materia educativa y sanitaria. Según el Minedu, por ejemplo, al 2010 existe un déficit de 105centros de educación inicial para dotar de al menos un centro a cada población rural que tenga como mínimo diez matriculados en primaria con 6 años de edad.
Tal como se trata más adelante, entre losprincipales problemas a enfrentar para que la zona rural pueda continuar su inicial proceso de desarrollo está la dispersión poblacional; es decir, la existencia de centros poblados remotos, de difícilacceso, desconectados de los mercados, con tierras de baja productividad y poca población.
Para encarar esta situación se plantean distintas soluciones. Más allá del impulso privado, según refiere...
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