Percibir La Disonancia

Un porqué de percibir la disonancia
Sonia Megías. Almansa, Diciembre de 2006

Vamos a mirar con microscopio una onda sonora: ¿qué vemos en ella? Distinguimos que se compone de un movimiento de las moléculas del aire, en forma de oscilaciones periódicas “arriba y abajo” respecto a una línea de equilibrio (un eje). Esto es muy sencillo cuando estamos tratando con una sola onda sonora, pero… ¿quéocurre cuando dos o más ondas han de compartir un mismo medio? he aquí lo interesante: se interfieren. Esa interferencia puede resultar constructiva o destructiva para cada una de las ondas que participan en el experimento. Centrémonos en los dos parámetros que definen más claramente las oscilaciones de una onda: la amplitud (intensidad sonora: forte y piano) y la frecuencia (altura del sonido:agudo y grave). La amplitud se mide en decibelios, y no nos interesará tanto calcular la de la frecuencia fundamental como la relación de amplitudes de los sonidos armónicos producidos por ésta, lo cual nos va a definir el timbre del sonido producido y, por tanto precisar quién es su emisor. Sin embargo, cuando dos o más ondas sonoras comparten un medio, la interferencia entre amplitudes sólo nospreocupa si buscamos entre ellas una “voz principal” (cuál de ellas la percibimos con mayor intensidad), proceso en el cual intervendría asimismo la longitud de onda, los límites de percepción de cada oyente, etc. Pero la disonancia no es una interferencia de amplitud, sino de frecuencia. No de la intensidad de los sonidos percibidos, sino de la altura de los mismos. Y como podemos imaginar, setrata de una interferencia destructiva, es decir, las ondas sonoras que percibimos como disonantes entre sí no se ayudan, sino que se “molestan”. Recordemos que la frecuencia de una onda se mide en hercios, es decir, en cantidad de ciclos (arriba-abajo) por segundo. Si juntamos dos ondas en una misma sala ¿Qué ocurre cuando una onda vibra a más hercios que otra?, ¿cómo se traduce esto en música?.Cuando una onda tiene mayor frecuencia que otra, significa que el sonido que transmite es más agudo que el de otra onda de menor frecuencia. Vemos entonces que una mayor o menor frecuencia se traduce en un sonido más agudo o más grave; por ejemplo, una onda que transmite la nota LA central, oscila a 440 Hz (hercios). No menos importante que lo físico es lo fisiológico: los seres humanos no podemospercibir todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Igual que el compositor John Cage descubrió en 1951 que no podemos percibir el silencio, porque nuestro sistema nervioso emite constantemente un sonido agudo, y la circulación de nuestra sangre uno grave; más adelante se realizaron investigaciones que demostraron nuestros límites en la percepción de la frecuencia de las ondas sonoras: en teoría, unser humano sano y menor de 20 años escucha una franja de entre 20 y 20.000 Hz. Para que os hagáis una idea, la tesitura del teclado de un piano normal abarca desde 27,5 Hz (LA) hasta 3520 Hz (DO). Según envejecemos, esta franja se va estrechando paulatinamente, por lo que tomaré como ruido las frecuencias inferiores a 25 Hz y no a 20 Hz; así que consideraré que los humanos percibimos como “ruido”tanto las ondas no periódicas (irregulares) como los infrasonidos (cualquier onda periódica de frecuencia inferior a 25 Hz). ¿Qué necesitamos para producir un intervalo cualquiera? Dos frecuencias, es decir, dos cuerpos que vibren a diferente velocidad, emitiendo por lo tanto dos ondas sonoras de diferente frecuencia, que coincidan durante un período cualquiera de tiempo en nuestro tímpano. Eseintervalo que percibimos puede ser de dos tipos: consonante o disonante. Y ¿qué factores nos indican que el intervalo que estamos escuchando pertenece a uno u otro grupo? En el transcurso de la afinación de un instrumento con otro, o de dos cuerdas o tubos de un mismo instrumento entre sí, se producen en nuestro tímpano unos battimenti o pulsaciones, que van ralentizándose según nos acercamos al...