Perfil periodístico

Perfil de Ana Guerrero

Muchas veces nos es difícil percibir la importancia que tienen las personas que menos lo pensamos. Pasamos la mayor parte del tiempo al lado de ellas como si tuviésemos losojos vendados con un pañuelo, el cual sólo nos deja distinguir su sombra, mas no lo que hay detrás de ella –o para ser más exacto, lo que hay delante de ella–, su persona. Este es el caso de la mujercon la que tuve la suerte de hablar. Normalmente para mí es muy difícil encontrar un rasgo intangible en una persona desconocida que me lleve a inferir o saber quién o cómo es, pero en esta ocasiónfue distinto, y la característica a la que me refiero es su voz. La voz de esta mujer no decía palabras diferentes a las que todos hemos escuchado alguna vez mientras caminábamos por una plaza o,inclusive, por la avenida de nuestras casas, pero había algo peculiar en el sonido que proferían sus labios a lo lejos; era una mezcla de experiencia y destreza. Una especie de alarma sutil que se levantabahasta llegar al cenit y descender en un agudo eco. Pero no sólo eran palabras o sonidos que arrastraban vocales, era un símbolo. Un símbolo codificado en el que el oyente no entiende lo explícito delmensaje sino lo implícito. Entonces cuando aquella mujer apostada en la esquina de mi edificio decía –con perfecto dominio de la técnica, por cierto–: El Comerrciuuu, yo entendía dos cosas: quevendía periódicos desde hace mucho tiempo y que era una señora de edad avanzada. Cuando me acerqué a Ana Guerrero –así se llamaba la señora de sesenta y cuatro años, ataviada de quepis y atuendo raído–,sintió recelo a la pequeña entrevista que le propuse, poco después de comprar un periódico. No obstante, conforme íbamos encaminando la charla y ella me comentaba sobre su labor y las diversaspromociones que tenían los diarios, su tono se fue armonizando en una melodía que adquiría altos y bajos de acuerdo a la trama, historia, o peripecia que me expresaba. La vida de esta mujer no es muy...